En Pompeya un equipo de arqueólogos descubrió los restos de una “habitación de esclavos”, que a decir de los expertos pudo haber sido habitada por una familia que vivió en la villa romana destruida por la erupción del Vesubio hace casi dos mil años.
El pequeño cuarto de tres camas, una vasija de cerámica y un cofre de madera fue descubierto durante una excavación en la Villa de Civita Giuliana, a pocos cientos de metros del resto de la ciudad antigua.
“Es una ventana a la precaria realidad de unas personas que rara vez aparecen en las fuentes históricas, escritas casi exclusivamente por hombres de la élite”,
Gabriel Zuchtriegel, director general de Pompeya.
El investigador calificó este descubrimiento como “de los más emocionantes” de su vida como arqueólogo.
A principios de este año, los arqueólogos también descubrieron una carroza romana ornamentada y casi intacta. Los arqueólogos creen que la habitación descubierta el sábado albergaba los esclavos encargados de mantener y preparar la carroza.
La familia esclava
Los investigadores describieron que el cuarto de 16 metros cuadrados servía como dormitorio y almacén pues además de tres camas, una de ellas de tamaño infantil, había ocho ánforas en un rincón.
Las camas estaban formadas por varios tablones de madera, que podían ajustarse según la altura de la persona que las utilizaba.
Dos de ellas medían alrededor de 1.7 metros de largo y la otra 1.4 metros, por lo que podría haber pertenecido a un niño. Según el parque arqueológico, los tres esclavos podrían haber sido una familia.
El cofre de madera contenía objetos de metal que parecían formar parte de los arneses de los caballos de las carrozas. También se encontró un eje de aquella, apoyado en una de las camas.
“La habitación nos ofrece una rara visión de la realidad cotidiana de los esclavos, gracias al excepcional estado de conservación de la misma”,
Gabriel Zuchtriegel, director general de Pompeya.
Además, los arqueólogos también encontraron varios objetos personales bajo las camas, incluida una ánfora para pertenencias personales, jarras de cerámica y lo que podría ser un orinal.
La habitación estaba iluminada por una pequeña ventana superior, y no hay rastros ni decoraciones en las paredes.
La excavación forma parte de un programa puesto en marcha en 2017 destinado a luchar contra la actividad ilegal en la zona, que incluye la excavación de túneles para llegar a piezas que puedan venderse en mercados ilícitos.
Pompeya quedó sepultada bajo cenizas cuando el Vesubio entró en erupción en el año 79 d.C., matando a los que no consiguieron abandonar la ciudad a tiempo.