En Francia, los ciudadanos votan este domingo 24 de abril en unas elecciones que decidirán si su presidente, el centrista y proeuropeo Emmanuel Macron, mantiene su puesto, o es desbancado por la euroescéptica de extrema derecha Marine Le Pen, en lo que supondría un terremoto político.
Los sondeos de opinión de los últimos días daban a Macron una ventaja sólida y levemente al alza, ya que, según los analistas, Le Pen -pese a sus esfuerzos por suavizar su imagen y algunas políticas de su partido, Agrupación Nacional- sigue siendo una candidata desagradable para muchos.
No obstante, no es descartable una victoria sorpresa de Marine. Las encuestas muestran que ninguno de los dos candidatos cuenta con suficientes partidarios de base para ganar, por lo que dependerá en gran medida de aquellos que todavía sopesan la ansiedad ante las implicaciones de una presidencia de extrema derecha frente a la ira por el historial de Emmanueldesde su elección en 2017.
Una victoria de Marine supondría una convulsión política para las democracias occidentales a la altura del Brexit, o de la elección de Donald Trump, en Estados Unidos en 2016, y supondría una nueva amenaza para el futuro de la Unión Europea.
- Las urnas en Francia abrieron a las 8:00 horas de la mañana locales (0600 GMT), y cerrarán a las 20:00 horas (1800 GMT).
A las 15:00 GMT, la participación era del 63.23%, según cifras del Ministerio del Interior, por debajo del 65.30% registrado a la misma hora en los comicios de 2017.
Así se vive la participación ciudadana en las elecciones de Francia
Hugo Winter, un vendedor de 26 años en París, dijo que estaría entre los que no se molestarían en emitir un voto.
“No veo el sentido de elegir entre dos cosas que no se corresponden con mis ideas. Vivimos en un mundo paralelo. Los políticos no representan al pueblo”
Winter, ciudadano francés
En Douai, una ciudad mediana del norte de Francia en la que Marine ganó a Macron en la primera vuelta de las elecciones de hace dos semanas, la jubilada Andrée Loeuillet, de 69 años, dijo que votó por el mandatario, al igual que el 10 de abril.
“Tiene sus defectos, pero también tiene cualidades. Es el más indicado para continuar, estamos viviendo tiempos difíciles” Andrée
Loeuillet, ciudadana francesa
Entre los primeros votantes en el pueblo de Souille, cerca de la ciudad noroccidental de Le Mans, el funcionario Pascal Pauloin, de 56 años, dijo que había votado a favor de la extrema derecha por desencanto con el Gobierno actual.
“Francamente, estoy muy decepcionado. Nuestro país no funciona bien desde hace años. No se ha hecho nada por las clases medias, y la brecha con los ricos es cada vez más grande”
Pascal Pauloin
“Elegir a Le Pen causaría una guerra civil”: Macron
Emmanuel, de 44 años, que ganó en las últimas elecciones presidenciales de hace cinco años, ha advertido de una “guerra civil” si su contrincante -cuyas políticas incluyen la prohibición de llevar pañuelos musulmanes en público- es elegida, y ha pedido a los demócratas de todo tipo que le apoyen.
Marine, de 53 años, ha centrado su campaña en el aumento del costo de la vida en la séptima economía del mundo, que según muchos franceses ha empeorado con la subida de los precios mundiales de la energía.
También se ha centrado en el estilo de liderazgo abrasivo de Emmanuel, que, según ella, muestra un desprecio elitista por la gente común, pero ella ha sido señalada por su contrincante por su admiración por el presidente ruso Vladimir Putin, a lo que ella respondióque sus planes de dar prioridad a los ciudadanos franceses para la vivienda social, empleo y eliminar una serie de beneficios sociales para los extranjeros beneficiaría a todos los franceses, independientemente de su religión u origen.
Si el presidente se impone, se enfrentará a un segundo mandato difícil, sin el periodo de gracia del que disfrutó tras su primera victoria, y es probable que se produzcan protestas por su plan de continuar con las reformas proempresa, incluido el aumento de la edad de jubilación de 62 a 65 años.
- Si es desbancado, se tratará de introducir cambios radicales en la política nacional e internacional.
Las protestas callejeras podrían comenzar de inmediato, y las ondas de choque se sentirían en toda Europa y más allá.
Sea quien sea el vencedor, el primer gran reto será ganar las elecciones parlamentarias de junio para asegurarse una mayoría viable para aplicar sus programas.