Este martes son las elecciones de Estados Unidos y uno de los que planea convencer al electorado es el vicepresidente Mike Pence, quien espera conseguir un segundo mandato como vicepresidente.
El estilo de Mike Pence, de 61 años, ha estado durante los últimos cuatro años en radical contraste con la imagen controvertida y más colorida del presidente Trump.
Pence cede felizmente los focos al mandatario para trabajar en la sombra con el Congreso y los funcionarios republicanos o llevar a cabo misiones diplomáticas delicadas.
Nombrado por Trump jefe de la unidad de crisis del coronavirus en marzo, Pence ha mantenido un enfoque mesurado del tema, lejos de los errores, aproximaciones y provocaciones del jefe de la Casa Blanca. Todo esto, cuidando de no contradecirlo nunca abiertamente.
Los partidarios de Trump alaban su lealtad, mientras que sus críticos denuncian una adulación que le ha permitido mantenerse en el cargo.
Durante el debate vicepresidencial que sostuvo frente a Kamala Harris, la compañera de fórmula del candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, Pence fue un orador disciplinado, pero su presentación será recordada sobre todo por la mosca que se posó sobre su cabello blanco durante dos minutos.
Pence conoce las dinámicas de poder que se desarrollan tras bambalinas en Washington y tiene un lugar importante entre los republicanos: fue miembro de la Cámara de Representantes de 2001 a 2013 y el número 3 del partido de 2009 a 2011.
Se rumorea que Trump consideró cambiar de compañero este año para impulsar su campaña, pero finalmente privilegió sus estrechos lazos con los votantes cristianos blancos, de edad avanzada y que desempeñaron un papel clave en su victoria de hace cuatro años.
Mike Pence, la base para ganar elecciones en USA
Muy activo en la campaña, especialmente en el Medio Oeste, el exgobernador de Indiana se describe a sí mismo como “un cristiano, un conservador y un republicano, en ese orden”.
Como gobernador, se distinguió como heraldo de los valores familiares tradicionales, antiaborto, antimatrimonio para todos y hostil al asentamiento de refugiados sirios en su estado.
En 2017, el exasesor presidencial Steve Bannon enfatizó su papel fundamental en las elecciones. “Trump consiguió el voto de los nacionalistas populistas”, dijo a la revista The New Yorker. “Pero Pence es la base. Sin Pence, no puedes ganar”.