La coalición Frente de Todos, del presidente de Argentina, Alberto Fernández, perdió la mayoría en el Senado y se quedó sin el control del Congreso, lo que la obligará a buscar consensos con la oposición para lograr la gobernabilidad en los siguientes dos años de mandato.
“Si se confirman los números, efectivamente se pierde el quórum propio (la mitad más uno) en el Senado de Argentina“, dijo una fuente oficial. El gobierno peronista de centro-izquierda pasaría de tener 41 de 72 senadores a tan solo 35, según el conteo de más de 90% de los votos.
Bajo la presión de lograr un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), esta será la primera vez desde el regreso de la democracia en 1983 en que el peronismo no tendrá la mayoría en el Senado.
En ese marco, en un tono pausado y conciliador el presidente de Argentina anunció que se dirigirá a la brevedad “a los representantes de la voluntad popular y a las fuerzas políticas a las que representan, para acordar una agenda tan compartida como sea posible. Una oposición responsable y abierta al diálogo es una oposición patriótica. Nuestro pueblo necesita ese patriotismo“.
“Precisamos que la relación entre el gobierno de Argentina y el Congreso Nacional, en la Cámara de Diputados y en el Senado, sea fructífera, por el interés general de nuestro país”.
Alberto Fernández, presidente de Argentina
Los comicios del pasado domingo en Argentina tuvieron una participación de más de 71%, donde se renovaron parcialmente las cámaras de diputados y de senadores, en las que avanzó la alianza de centro-derecha Juntos, del expresidente Mauricio Macri (2015-2019), aunque sin conseguir tampoco la mayoría parlamentaria.
A los dos grandes bloques políticos de Argentina se suman pequeñas representaciones de fuerzas provinciales, de la izquierda y de los liberales.
Macri, principal referente opositor en Argentina, adelantó que “estos dos años que vienen van a ser difíciles”, y aseguró que su coalición “va a actuar con mucha responsabilidad, ayudando a que la transición sea lo más ordenada posible”, anticipándose a las presidenciales de 2023.
María Eugenia Vidal, exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, Argentina, y electa ahora diputada por Juntos, celebró que “la mayoría de los argentinos, millones de ellos en todo el país, dijeron basta”.
“Hay una tensión interna creciente al interior de Juntos, pero a la oposición no le sirve no dialogar. No le sirve quedar como antidemocráticos para el proyecto presidencial 2023, eso es insostenible”.
Raúl Aragón, consultor político
Argentina debe negociar con FMI
En medio de una dura crisis económica en Argentina, con una inflación anual de más de 50% y una pobreza que afecta al 40% de la población, el país sudamericano debe negociar con el FMI un nuevo acuerdo que reemplace el stand-by por 44 mil millones de dólares de 2018.
“En esta nueva etapa profundizaremos nuestros esfuerzos para llegar a un acuerdo sustentable con el FMI. Debemos despejar las incertidumbres que conllevan deudas insostenibles como ésta. Debemos hacerlo preservando las condiciones que nos permitan seguir por el sendero de la recuperación con generación de empleo, apuntando al mismo tiempo a una reducción persistente del mal inflacionario”.
Alberto Fernández, presidente de Argentina
De no lograr un nuevo convenio, Argentina debería pagarle al FMI en 2022 más de 19 mil millones de dólares y en 2023 otro tanto. Pese a ello, Fernández insistió en que “a quien diga que el problema con el Fondo Monetario Internacional puede ser resuelto en cinco minutos le digo que negociar no es obedecer”.
Argentina recién emerge de una recesión que empezó en 2018, y se profundizó con un derrumbe de 9.9% del Producto Interno Bruto en 2020 por la pandemia del COVID-19, en medio de una extensa cuarentena. El crecimiento de 9% previsto para este año regresará a 2019, cuando Fernández asumió la Presidencia.
La economía figuró como la principal preocupación de los votantes en esta elección en Argentina.
“Tengo miedo por la economía de Argentina, el sueldo no alcanza. Gane quien gane va a tardar mucho el país en recuperarse. Estoy muy descreído de todos”.
Oscar Navarro, pastelero de 50 años
Las tensiones políticas en Argentina se volcaron en los días recientes al mercado cambiario, donde se disparó la cotización del dólar paralelo ante especulaciones sobre una posible devaluación tras las elecciones.
Pero según Aragón, al no haberse impuesto contundentemente ninguna fuerza política “para los mercados la situación es igual que ayer. Este escenario no modifica casi nada”, dijo, al descartar turbulencias cambiarias.