A dos años de la muerte del príncipe Felipe, el título de Duque de Edimburgo pasará al príncipe Eduardo, el menor de los cuatro hijos de la difunta reina Isabel II, según anunció este viernes el Palacio de Buckingham.
“Su majestad el rey se complace en conferir el Ducado de Edimburgo al príncipe Eduardo, conde de Wessex y Forfar, con motivo del 59 cumpleaños de su alteza real”, anunció la casa real británica en un comunicado.
Eduardo, decimotercero en la línea de sucesión al trono británico, es el hermano menor del nuevo rey Carlos III, la princesa Ana y el príncipe Andrés, desempeñando junto a su esposa Sophie Rhys-Jones, condesa de Wessex, un papel discreto pero activo en la representación de la familia real, tanto en Reino Unido como en el extranjero.
Mientras que, previo al anuncio de este 10 de marzo, destaca que en varias ocasiones el príncipe Felipe refirió querer que su título, que detentaba desde su matrimonio con Isabel en 1947, pasara a su hijo menor. Felipe falleció el 9 de abril de 2021 a la edad de 99 años.
“Los nuevos duque y duquesa de Edimburgo están orgullosos de continuar el legado del príncipe Felipe, para desarrollar oportunidades para que los jóvenes de todos los orígenes alcancen su pleno potencial”, afirmó el Palacio de Buckingham.
Antes de Felipe, el título lo detentó el príncipe Alfredo, segundo hijo varón de la reina Victoria (1837-1901).
De camino a la coronación de Carlos III
Por otra parte, el fin de semana resaltó que, pese a las diferencias con la Familia real, el príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle fueron invitados a la coronación del rey Carlos III, según publicó el domingo The Sunday Times, mientras la pareja no había respondido si asistirá.
Según un vocero de la pareja, citado por el diario británico, el príncipe Enrique “recibió recientemente un correo electrónico de la oficina de su Majestad sobre la coronación” de Carlos III, de 74 años, que se celebrará el 6 de mayo.
Asimismo, precisó que “por el momento, no se comunicará por nuestra parte la decisión inmediata sobre la presencia del duque y la duquesa”, mientras que el Palacio de Buckingham no quiso hacer comentarios sobre esta información.
El regreso de los duques de Sussex al Reino Unido para asistir a la coronación hace correr ríos de tinta en la prensa británica, sobre todo tras los ataques violentos de la pareja contra la familia real.
Luego de un documental difundido en Netflix en diciembre, Enrique, de 38 años, publicó a principios de enero su controvertido libro de memorias “Spare” (“En la sombra”, en español) en el que narra una adolescencia marcada por la droga y el alcohol y detalla el deterioro de las relaciones con su padre, el rey Carlos III, y su hermano Guillermo.
El sábado, en una larga conversación con un especialista sobre trauma, difundida en directo en internet, Enrique volvió a criticar a su familia, en una entrevista en la que afirmó que, al haber crecido en una “familia rota”, ahora intenta criar a sus hijos Archie y Lilibet de forma que no les transmita sus “traumas”.
“A lo largo de toda mi vida, de mi juventud, me sentí ligeramente distinto del resto de mi familia”, afirmó al doctor Gabor Mate, según numerosos medios que informaron de esta entrevista.
“Me sentía extraño” en este entorno “y sé que mi madre sentía lo mismo”, dijo en referencia a la princesa Diana.
Según él, su esposa Meghan, “un ser excepcional” que venía de “un mundo diferente”, lo “salvó” y lo “ayudó a salir adelante”.