Este jueves ecoactivistas protestaron contra la política climática del gobierno alemán irrumpiendo y pegándose a las pistas de los aeropuertos de Berlín y Munich, sin llegar a causar retrasos o cancelaciones de vuelos.
Ello, en el marco de las acciones que la organización Letzte Generation (Última Generación) lleva a cabo desde hace varias semanas, que ha incluido manchar pinturas con diversos líquidos, así como pegarse al atril de la Filarmónica de Hamburgo y echar pintura contra la fachada del teatro La Scala de Milán, en Italia.
¿Por qué los aeropuertos de Berlín y Munich?
Su acción más reciente, así como las anteriores de Letzte Generation, tienen como objetivo que el gobierno alemán, así como en el resto del mundo, destine mayores esfuerzos al combate al cambio climático, a través de operaciones de desobediencia civil en museos, carreteras y otros lugares icónicos.
“Militantes se pegaron a la pista del aeropuerto de Múnich (…). Varios manifestantes se dirigen hacia el aeropuerto de Berlín”, advirtió el jueves el colectivo “Letzte Generation” (Última generación).
En Múnich, segundo aeropuerto del país, la pista norte fue “bloqueada tres cuartos de hora” por “cuatro personas que se pegaron” al suelo, confirmó un representante. Sin embargo, añadió que no se canceló ningún vuelo porque los aviones previstos pudieron partir de la “pista sur”, mientras que los manifestantes fueron “retirados” por la policía antes de ser detenidos.
En Berlín, “varias personas” irrumpieron en una pista, indicó un portavoz. Esto “no tuvo consecuencias para el tráfico“, añadió.
Los militantes de “Letzte Generation” apuntan a la aviación, “un sector fuertemente subvencionado, corresponsable de la catástrofe climática”, indicaron.
El aeropuerto BER de Berlín, el tercero del país, ya ha sido blanco de los activistas. A finales de noviembre, los militantes habían bloqueado una pista pegándose las manos al asfalto.
Esta acción provocó la indignación de varios responsables políticos, incluso dentro del gobierno, en el que los ecologistas ocupan puestos clave.
En tanto que la ministra del Interior, Nancy Faeser, criticó las acciones que “destruyen la aceptación en la sociedad de la lucha contra el calentamiento global”.
A la par, el canciller alemán Olaf Scholz también criticó estas acciones y pidió a los ecologistas que utilicen “otros modos” de protesta.
Sin embargo, a través de su cuenta de Twitter los ecoactivistas apuntaron no haber puesto a nadie en peligro, luego de que habrían alertado de antemano a la Policía para que se tomaran las acciones necesarias, señalando del “único riesgo” a la política medioambiental alemana.