El Premio Nobel de Química galardonó este miércoles a dos mujeres genetistas, la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, por sus investigaciones sobre las “tijeras moleculares”, capaces de modificar los genes humanos, un descubrimiento “revolucionario”.
El galardón quiere recompensar “el desarrollo de un método de edición de genes” que “contribuye a desarrollar nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades hereditarias”, subrayó el jurado en Estocolmo.