Donald Trump se abalanzó sobre su chófer y tomó el volante de su limusina para intentar sumarse a la marcha de sus partidarios al Capitolio el 6 de enero de 2021, reveló un explosivo testimonio el martes en el Congreso estadounidense.
Cassidy Hutchinson, asistente del jefe de gabinete de Trump Mark Meadows, dijo al comité parlamentario que investiga la toma del Capitolio que el presidente había exigido marchar con la turba.
¿Por qué Trump quiso unirse al asalto al Capitolio?
Después de dar un encendido discurso cerca de la Casa Blanca, Trump creyó que lo llevarían a unirse a la multitud que se dirigía al Capitolio con miras a impedir la certificación de la victoria electoral de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.
Por eso se enfureció cuando le dijeron que era imposible por razones de seguridad, y trató de forcejear con personal del Servicio Secreto por el control de su automóvil oficial, testificó Hutchinson.
“Soy el maldito presidente, llévame al Capitolio ahora”, dijo Trump, según Hutchinson, quien indicó que otro funcionario de la Casa Blanca le contó la historia.
Trump quiere la Presidencia en 2024
Trump, quien coquetea abiertamente con la idea de postularse a la Presidencia en 2024, denunció con vehemencia todas estas revelaciones, buscando desacreditar a Hutchinson en mensajes en su red social Truth Social y descartando el episodio como “falso”.
El panel del Congreso ha pasado un año investigando los disturbios del 6 de enero de 2021 que detuvieron temporalmente la certificación del resultado de las elecciones presidenciales.
Hasta ahora el comité realizó seis audiencias públicas para esbozar su hallazgo inicial: que Trump lideró una conspiración criminal para revocar su derrota ante Biden que llevó a la violencia.
Con acceso privilegiado a Trump, Hutchinson era una figura central en la administración y dio al comité su primer reporte detallado de lo que ocurría entonces en la Casa Blanca.
Ella testificó que Trump y algunos de sus principales lugartenientes estaban al tanto de que podrían generarse hechos de violencia antes de que se produjera la toma del Capitolio, contradiciendo las afirmaciones de que el ataque fue espontáneo y no tuvo nada que ver con la administración.
Así fue el asalto al capitolio
Hutchinson dijo que recordaba a Meadows decir cuatro días antes de la insurrección: “Las cosas podrían ponerse muy, muy mal el 6 de enero”.
Agregó que había buscado a su jefe después de una reunión en la Casa Blanca en la que participó el abogado de Trump, Rudy Giuliani.
Cuando se iban, Giuliani le preguntó si estaba “emocionada” por el 6 de enero. Cuando ella le preguntó por qué, Giuliani “respondió algo así como ‘Vamos a ir al Capitolio'”, recordó.
Y añadió: “‘Va a ser grandioso. El presidente estará allí. Se verá poderoso. (…) Habla con el jefe al respecto. Él lo sabe'”.
Hutchinson afirmó que luego le contó a Meadows lo que Giuliani había dicho.
Los manifestantes estaban armados
Meadows y Trump estaban al tanto de que los partidarios del presidente estaban armados cuando se reunieron en La Elipse, el área cercana a la Casa Blanca donde tuvo lugar el mitin de Trump antes del asalto al Capitolio, dijo Hutchinson.
La vicepresidenta del comité investigador, la republicana Liz Cheney, dijo que el panel había obtenido informes policiales de que las personas en el mitin de Trump en La Elipse tenían:
- Cuchillos
- Pistolas
- Taser
- Gas pimienta
- Objetos contundentes que podrían usarse como armas.
Las transmisiones policiales reproducidas en la audiencia mostraron que otras personas fuera del mitin tenían armas de fuego, incluidos rifles semiautomáticos AR-15.
Hutchinson describió un intercambio entre Meadows y el abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, poco después de que los manifestantes irrumpieran en el Capitolio, durante el cual el abogado dijo que Trump necesitaba parar a la multitud que pedía que el vicepresidente Mike Pence fuera ahorcado.