El papa Francisco dijo este miércoles que Dios no guía a las religiones hacia la guerra, una crítica implícita al patriarca ortodoxo ruso Cirilo, que apoya la invasión a Ucrania y boicoteó una conferencia de líderes religiosos.
En su segundo día en Kazajistán, Francisco se dirigió al Séptimo Congreso de Líderes de las Religiones Mundiales y Tradicionales, una cita que reúne a cristianos, judíos, musulmanes, budistas, hindúes y otros credos. Cirilo iba a asistir, pero se retiró.
La Iglesia Ortodoxa Rusa envió una delegación encabezada por su número dos, el metropolitano Antonio, que posteriormente se reunió brevemente con el Sumo Pontífice.
“Dios es paz. Él nos guía siempre por el camino de la paz, nunca por el de la guerra”, dijo Francisco, hablando en una gran mesa redonda en el Palacio de la Independencia, una enorme y moderna estructura de acero y cristal en la capital de la antigua república soviética.
“Comprometámonos, pues, a insistir aún más en la necesidad de resolver los conflictos no con los medios inconclusos del poder, con las armas y las amenazas, sino con el único medio bendecido por el cielo y digno del hombre: el encuentro, el diálogo y la negociación paciente”, afirmó.
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El Santo Padre, que a principios de año dijo que Cirilo no podía ser el “monaguillo” del presidente ruso Vladimir Putin, señaló en la conferencia:
“¡Lo sagrado nunca debe ser un accesorio para el poder, ni el poder un accesorio para lo sagrado!”.
Cirilo respaldó con entusiasmo la invasión rusa a Ucrania, que el patriarca considera un baluarte contra un Occidente que califica de decadente.
Francisco mencionó más tarde a Ucrania al final de una misa para unos 6 mil miembros de la pequeña comunidad católica de Kazajistán, preguntando “cuántas muertes harán falta todavía” antes de que el conflicto ceda al diálogo.
La postura de Cirilo sobre Ucrania ha provocado una ruptura con el Vaticano y ha desatado una rebelión interna que ha llevado a la ruptura de los vínculos de algunas iglesias ortodoxas locales con la Iglesia Ortodoxa Rusa.
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El metropolitano Antonio dijo a periodistas que su reunión con el Papa fue “muy cordial”, pero que el comentario de Francisco sobre Cirilo como “monaguillo” no fue “útil para la unidad de los cristianos” y que sorprendió a la Iglesia Ortodoxa Rusa. Antonio dijo que Francisco le dijo que quería tener una segunda reunión con Cirilo. La primera fue en Cuba en 2016.
