El gobernador de Ohio, Mike DeWine, informó a los residentes que viven cerca del sitio donde se registró el descarrilamiento de un tren con gas tóxico, el pasado 3 de febrero, que es “seguro” beber agua del lugar. Lo anterior, mientras las autoridades investigan las posibles consecuencias ambientales del accidente.
El descarrilamiento del tren de carga en la ciudad de East Palestine, en el noreste de Estados Unidos, provocó un incendio generalizado y la liberación al aire de humos tóxicos, incluso de cloruro de vinilo, un gas incoloro usado como arma química en la Primera Guerra Mundial y considerado cancerígeno por el Instituto Nacional del Cáncer estadounidense.
Mike DeWine declaró a la cadena CNN que, si bien la calidad del aire en East Palestine era “segura”, era mejor que los residentes aún no bebieran el agua por precaución.
“Ayer recibimos una prueba del agua en el pueblo y en el primer pozo que probamos el agua estaba bien”.
Dijo el gobernador de Ohio.
La noche del miércoles 15 de febrero, el funcionario tuiteó que nuevas pruebas mostraban que no se han detectado contaminantes en el sistema municipal de agua de East Palestine.
¿Qué pasó con el tren Norfolk Southern accidentado en Ohio?
El tren Norfolk Southern, con aproximadamente 150 vagones, se accidentó el pasado 3 de febrero cuando transportaba carga de Madison, Illinois, a Conway, en Pensilvania.
De acuerdo con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, el accidente resultó en el descarrilamiento de 38 vagones, luego de lo cual se produjo un incendio que dañó otros 12. De las secciones que descarrilaron, 11 transportaban materiales peligrosos, incluidos cloruro de vinilo, acrilato de butilo y otros productos químicos.
Un par de miles de personas residentes en el área debieron ser evacuadas y quedar varios días fuera de casa por el peligro de escapes de gas.