Metanfetaminas “y otras drogas”, 90 armas de fuego, 250 mil dólares en efectivo y 44 presuntos miembros del Cártel de Sinaloa asegurados en cinco estados de Estados Unidos, fue el saldo de un megaoperativo realizado por la Administración de Control de Drogas (DEA).
En actividades conjuntas, la DEA y la Fiscalía Federal del Distrito Sur de California informaron en un comunicado que los 44 detenidos están “bajo custodia estatal o federal”, mientras que continúan investigaciones para dar con el paradero de otros 16 miembros del Cártel de Sinaloa.
DEA vs el Cártel de Sinaloa
- La Fiscalía puso a disposición, en su sitio web oficial, las acusaciones y las órdenes de registro en contra de los sospechosos involucrados
Esta amplia investigación está lejos de terminar, advirtieron la DEA y la Fiscalía californiana, pues la justicia de Estados Unidos va por “la confiscación de residencias, vehículos de alta gama y dinero en efectivo a granel que pertenece a estos acusados” del Cártel de Sinaloa.
“Recibían metanfetamina escondida en autos, motos, trenes, aviones y (servicios de paquetería) para llegar a California, Hawái, Arizona, Texas, Kansas, Iowa, Indiana, Michigan, Minnesota, Missouri, Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts, Kentucky, Australia y Nueva Zelanda”.
Una organización capacitada
- El Cártel de Sinaloa movía sus ganancias a través de complejos sistemas de lavado de dinero
- La pandemia del coronavirus (COVID-19), dijo la DEA, no detuvo ni un poco a los criminales
Vigilancia física, registros e intervenciones telefónicas, documentos financieros, agentes encubiertos, órdenes de cateo y rastreo de ubicaciones, fueron algunos de los elementos que permitieron a la DEA seguirle la pista a los criminales; admitió que el sistema de contrabando es de profesionales.
La Fiscalía californiana enlistó a los 44 detenidos del Cártel de Sinaloa, y les imputarán cargos de conspiración para distribuir metanfetamina, lavado de dinero, posesión de drogas con intenciones de venta, así como de armas de alto poder. La DEA dijo que las penas de cárcel irían de 10 años a cadena perpetua.