Los ciudadanos de Francia ya no estarán obligados a portar el cubrebocas para acceder a los bares y restaurantes, así como en otros espacios cerrados que requieren el uso del pasaporte sanitario a partir del próximo 28 de febrero, anunciaron este viernes las autoridades.
“El pasaporte de vacunación nos permite en un contexto en que la presión epidémica se reduce con fuerza (…) suprimir la obligación de llevar los cubrebocas en establecimientos que reciben público”, anunció el ministro de Salud de Francia, Olivier Véran.
El cubrebocas, cuyo uso en exteriores dejó de ser obligatorio el 2 de febrero, tampoco lo será en otros lugares cerrados donde se requiere el pasaporte de vacunación, como cines, bares, bares o ferias. En cambio, en los transportes seguirá siendo obligatorio en Francia.
A comienzos de enero el gobierno de Francia había impuesto a sus habitantes cubrebocas obligatorio en los transportes a partir de los 6 años de edad y había prohibido la venta y distribución de alimentos y bebidas a bordo, para hacer frente al incremento de los casos de COVID y la variante Ómicron.
Sin embargo, Francia continúa en una desescalada de las restricciones sanitarias derivadas por la pandemia del COVID-19 que comenzó en enero de 2020 y que ya costó más de 5 millones de vidas en todo el mundo.
A partir del próximo 16 de febrero, también está prevista la reapertura de las discotecas que fueron cerradas en Francia desde el pasado 10 de diciembre, así como la asistencia a conciertos de pie y el consumo de nuevo en la barra del bar.
Según datos de las autoridades sanitarias, la propagación del COVID-19 en Francia ha ido en descenso en la primera semana de febrero, con una tasa de incidencia un 29% menor, y la situación en los hospitales de personas contagiadas también está mejorando.