Este 6 de mayo ocurrió una fuerte explosión en el Hotel Saratoga de La Habana, Cuba, al parecer causado por una fuga de gas, la cual destruyó gran parte de la estructura y dejó cuatro muertos y 19 heridos. ¿Cuál es la historia de este hotel?
Desde el gobierno del General Tacón (1834-1838) quedó manifiesto el interés de incluir hoteles y casas de huéspedes como el Hotel Saratoga en el Plan de Obras Públicas de La Habana. Se diseñaba que esta ciudad fuera capaz de acoger a extranjeros, dado que aumentó la inversión foránea y los negocios.
El historiador Carlos Venegas Forneas en su obra “La urbanización de las murallas: dependencia y modernidad La Habana”, relata que estos cambios provocaron la modernización de los antiguos hoteles de ambientación española por nuevos diseños estadounidenses en el siglo XX.
Para 1933, fue instalado el Hotel Saratoga, concebido para viviendas, almacenes y casa de huéspedes. El comerciante español Gregorio Palacios, quien era uno de los propietarios urbanos más ricos de La Habana, lo había mandado a edificar para estos fines entre 1879 y 1880.
“Gregorio Palacios, natural de Santander (…) estableció en 1879 un contrato de $98 000 oro para levantar el edificio. Como se observa aún, tiene tres plantas; la baja era un almacén de tabaco, tienda y zaguanes de entrada a las cuatro casas que ocupaban el piso principal o segunda planta. Lo tercera se destinaba a hotel o casa de huéspedes, con 43 habitaciones y un salón comedor”
Carlos Venegas Forneas, historiador
Para 1935, las guías turísticas registran al Hotel Saratoga como uno de los más importantes de La Habana, Cuba, con el lujo y las diversiones de moda, como las funciones en su terraza que a diario programaba lo más selecto de músicos cubanos para tocar sones.
Bandas y orquestas atraían gran cantidad de público que se reunían en los alrededores del Hotel Saratoga para escuchar el espectáculo musical. Aquí, se iniciaron las Anacoanas, primera orquesta cubana y femenina, que ocupó un puesto reservado al aire libre.
El Hotel Saratoga acogió vegetación del sitio a su diseño, incorporó una marquesina protectora de luz, la cual pendía de cadenas que se sujetaban de sendas cabezas de leones. El lugar ofrecía servicio gastronómico, buen mobiliario y animación musical.
Esa fue lo que atrajo a huéspedes y transeúntes, quienes frecuentaban asiduamente al Hotel Saratoga, como el Ministro de Gobernación, Antonio Guiteras, durante la etapa de los 100 días, así como senadores y el resto de políticos cubanos.
Las rejas del Hotel Saratoga, según cuenta el historiador Carlos Venegas Forneas, fueron fundidas por el artesano inglés Guillermo Gardner; residente en La Habana, además de que el recubrimiento exterior no era de mortero común, sino que incluía cemento Portland.
El Hotel Saratoga mantuvo su vitalidad hasta la década de los 60, cuando fue intervenido por el gobierno revolucionario. Desde entonces, se convirtió en un edificio de vecindad con múltiples subdivisiones hasta quedar desocupado al quedar en un estado deplorable.
El próximo 10 de mayo, el Hotel Saratoga –situado al frente del Capitolio de la capital cubana–, habría de quedar completa su restauración y sería su reapertura, pero este 6 de mayo ocurrió una explosión que dejó en añicos la estructura frontal de este inmueble.