El coronavirus (COVID-19) sigue castigando a India con una crudeza sin precedentes. La segunda nación más poblada del mundo contó hasta este martes casi 23 millones de casos confirmados y más de 3 mil 700 nuevas muertes, lo que suma un total de 250 mil decesos.
La virulencia de la pandemia ha doblegado al frágil sistema sanitario de este país de mil 300 millones de habitantes, que contabilizó este fin de semana 4 mil 197 muertes, según datos oficiales.
Las personas contagiadas de COVID-19 continúan muriendo a las puertas de los hospitales colapsados, pese a la ayuda internacional. Y lo peor aún no ha llegado, dicen especialistas, que esperan un pico a fines de mayo.
La nueva variante del coronavirus detectada en India es más contagiosa y tiene características que podrían hacer a las vacunas menos efectivas, advirtió la jefa científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan.
Cadáveres de posibles víctimas de COVID-19 aparecen en el Río Ganges
Decenas de cadáveres, que se presume podrían ser de víctimas de COVID-19, han aparecido a orillas del Río Ganges en el norte de India, informaron las autoridades.
La pandemia se ha propagado rápidamente por el vasto interior rural de India, desbordando las infraestructuras sanitarias locales, así como crematorios y cementerios.
Ashok Kumar, un funcionario local, señaló que alrededor de 40 cuerpos aparecieron en el distrito de Buxar, cerca de la frontera entre los estados de Bihar y Uttar Pradesh, dos de los más pobres de India.
Pobladores de la zona presumen que los cadáveres habrían sido arrojados al río dado que los crematorios están desbordados o porque sus familiares no podían pagar una funeraria.
De acuerdo con estadísticas oficiales, unas 4 mil personas mueren actualmente al día en India a causa de COVID-19. Pero con base en evidencias constatadas en los crematorios, muchos expertos creen que la verdadera cifra cotidiana podría ser varias veces mayor.