Gobernadores de varios de los estados más afectados por la reaparición de nuevos casos de COVID-19 en Estados Unidos interrumpieron o revirtieron las medidas para reabrir sus comercios, encabezado por California, el estado más poblado del país y nuevo epicentro de la pandemia.
Los nuevos casos de COVID-19 en Estados Unidos, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, se dispararon en casi 50 mil, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins, marcando el mayor incremento en un solo día desde el comienzo de la pandemia.
“La propagación de este virus continúa a un ritmo particularmente preocupante”, dijo el gobernador de California, Gavin Newsom al ordenar el cierre de bares, la prohibición de comer en lugares cerrados y otras medidas en 19 condados, medidas que afectan a más del 70% de la población del estado.
El cambio en California, que fue el primer estado de los Estados Unidos que impuso en marzo medidas de confinamiento, probablemente provocará un mayor dolor financiero a los propietarios de bares y restaurantes que han luchado por sobrevivir a la pandemia.
El epicentro de la epidemia de COVID-19 en Estados Unidos se ha desplazado del noreste hacia los estados del oeste como California, Arizona y Nuevo México, junto con Texas, Florida y Georgia.
Texas volvió a superar su anterior récord con 8 mil 76 nuevos casos, mientras que Carolina del Sur registró 24 muertes más por coronavirus, un récord en un solo día para el estado. Tennessee y Alaska también tuvieron números récord de nuevos casos el miércoles.
Los Estados Unidos registraron su mayor incremento en un día con casi 48 mil nuevas infecciones el martes, incluyendo más de 8 mil en California y Texas, según un recuento de Reuters.
La gobernadora de Nuevo México, Michelle Grisham, demócrata, extendió una orden de emergencia por salud pública para todo el estado hasta el 15 de julio, diciendo que las autoridades harían cumplir “agresivamente” la obligatoriedad de uso de mascarillas.
COVID-19 en Estados Unidos provoca caía de empleos
La economía estadounidense sumó una cifra récord de 4.8 millones de puestos de trabajo en junio y la tasa de desempleo cayó más de dos puntos a 11.1% a medida que muchos comercios reabrieron, sin embargo esta recuperación enfrenta la amenaza de un aumento de los casos de COVID-19.
La tasa de desempleo confirmó un segundo mes a la baja, superando las expectativas de los analistas, pero este indicador depende, al igual que el conjunto de la economía, de que se controle la pandemia que en Estados Unidos provocó el brote más grave.