El gigante energético estatal, Gazprom, anunció el corte de gas ruso a Polonia y Bulgaria, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de la Unión Europea, alimentando el espectro de una escasez de este combustible en el continente europeo.
A continuación, te presentamos cinco puntos para entender qué implica el corte de gas ruso para Europa.
Moscú cierra el grifo de gas
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el mes pasado que Rusia no aceptará más pagos en divisas que no sean el rublo como respuesta a las sanciones económicas occidentales contra Moscú y advirtió a los países “hostiles” que dejarían de recibir gas si no abrían cuentas con esa moneda.
Países rechazan pago de gas en rublos
Varios países, incluidos Francia, Alemania y Polonia, rechazaron la exigencia de Rusia.
Según Claudia Kemfert, experta de energía en el gabinete alemán DIW, “la interrupción de las entregas de gas de Rusia a Polonia y Bulgaria marca un nuevo escenario en la escalada de Putin para que Europa entre en pánico”.
Sin embargo, añadió, no deben esperarse “dificultades de abastecimiento por ahora dado que Alemania y Europa disponen de suficientes reservas de gas”.
¿Qué representa el gas para el presupuesto ruso?
De acuerdo con la web de Gazprom Export, un 68% de las exportaciones del grupo en 2020 fueron hacia Europa.
De un total de 174 mil 900 millones de metros cúbicos de exportaciones, 119 mil 350 millones fueron destinados a Europa, de los cuales 49 mil millones a Alemania, casi 21 mil millones a Italia y más de 13 mil millones a Austria.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estimó que un 45% del presupuesto federal ruso en enero procedía de los impuestos al gas y el petróleo y a sus tarifas de exportación.
TE PUEDE INTERESAR: Invasión, sanciones y ataques: ve los momentos clave de la guerra entre Rusia y Ucrania
¿Cuál es la dependencia europea?
La dependencia varía en función de los países: mientras Finlandia recibe un 97.6% de su gas de Rusia, según Eurostat, los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) anunciaron este mes que cortaban sus vínculos con Moscú y se iban a abastecer con reservas almacenadas bajo tierra.
Polonia, víctima del gas
La otra víctima del corte de gas, Polonia, consume hasta 21 mil millones de metros cúbicos de gas anuales.
Su primer ministro Mateusz Morawiecki aseguró que el país está preparado para la interrupción total del suministro ruso y que sus reservas alcanzan un 76% de su capacidad de almacenamiento.