Ya se cumplió un año de la aparición del coronavirus que marcó un nuevo capítulo en la historia mundial. Y precisamente también es el aniversario del artículo de la BBC “10 buenas noticias sobre la epidemia”, escrito por el investigador español Ignacio López-Goñi.
Dicho texto se volvió viral, pues hacía un recuento de las noticias que daban ánimo a la gente en cada rincón del planeta. Ahora, varios meses después el catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra, en España, lanzó la versión “actualizada” de las 10 noticias positivas del Covid-19.
Es por eso que hacemos un recuento:
1. Miles de artículos científicos sobre el coronavirus
En el inicio de la pandemia, había poca información del nuevo coronavirus, pero conforme ha avanzado el tiempo, los artículos científicos ya superan los 100 mil, más de los que se pueden encontrar de otras enfermedades como la malaria.
2. Más de 200 vacunas Covid
Una de las claves para superar la situación actual, sin duda son las vacunas Covid que han acortado tiempos y han creado más de 200 opciones y 60 ya son probadas en humanos.
“Estos emplean todo tipo de tecnologías: virus vivos atenuados, virus inactivados, subunidades de proteínas, vectores virales recombinantes, partículas similares a virus (VLP), ADN y ARNm. Existen cerca de 200 proyectos de vacunas contra la covid-19”, explicó Ignacio López-Goñi, quien añadió que jamás se había invertido tanto dinero y había habido tanta colaboración para el desarrollo.
Hasta el momento, ya se han aprobado algunas vacunas:
- Pfizer/BioNTech
- Dos versiones de las vacunas AstraZenaca/Oxford.
- Moderna con tecnología ARNm
- Sputnik V con tecnología de adenovirus recombinantes
- Sinopharm de China, con coronavirus inactivos.
3. Efectividad y seguridad de vacunas ARNm
Se ha comprobado que las vacunas ARNm son seguras, pero ¿cómo funcionan?
El ácido ribonucleico mensajero, o ARNm, es una molécula que transporta el código genético del ADN a la maquinaria de producción de proteínas de una célula. Las vacunas tradicionales contienen pequeñas cantidades de virus debilitados o formas inactivadas de gérmenes que transmiten una enfermedad.
Éstos entrenan al cuerpo para que reconozca ciertas proteínas, llamadas “antígenos”, producidas por el virus o la bacteria. Este entrenamiento prepara al sistema inmunológico para que responda cuando se encuentra con algo real.
Por el contrario, las vacunas de ARN mensajero entregan instrucciones genéticas para construir estos antígenos directamente en las células. El propio cuerpo humano se convierte efectivamente en una fábrica de fabricación de vacunas.
El ARN mensajero de la vacuna contra el SARS-CoV-2 se fabrica en un laboratorio. Se introduce en la célula para que fabrique los antígenos específicos del coronavirus, las proteínas en punta que cubren la superficie y le dan su apariencia de corona.
El sistema inmunológico ve estas proteínas de pico y desarrolla “anticuerpos” que luchan contra la infección, sin exponerlo nunca al virus real. Se cree que las vacunas de ARN mensajero son más seguras que las vacunas tradicionales, ya que no hay posibilidad de que la proteína de pico aislada pueda causar que alguien contraiga la enfermedad.
Otra ventaja es la velocidad. Con las vacunas de ARNm, solo se requiere la secuencia del antígeno. Esto puede tardar unas pocas semanas. Las vacunas de ARN mensajero también provocan la producción de células inmunes, un mecanismo de defensa adicional además de los anticuerpos.
4. Son efectivas las vacunas contra el coronavirus
El investigador español Ignacio López-Goñi aseguró que los datos preliminares demuestran que la vacunación está siendo efectiva.
“El número de infecciones está disminuyendo de forma significativa, especialmente entre las personas mayores de 60. En este grupo de edad, ha habido un 56% menos de infecciones y un 42% menos de hospitalizaciones y un 35% menos de fallecimientos por covid-19 después de la segunda dosis”.
5. La población empieza a confiar en las vacunas
Luego de que ya se han aplicado más de 160 millones de dosis de vacunas, la confianza de la gente en éstas ha aumentado, pues antes de que iniciara la inoculación, se realizó una encuesta en quince países de Europa, Asia y Australia, en la que:
- Antes de la vacunación el 40% se la pondrían y 50% se preocupaban por los efectos secundario
- Después del inicio de la vacunación, más de la mitad confiaba y ya no se preocupaban tanto de efectos secundarios
6. La inmunización dura al menos ocho meses
Ignacio López-Goñi explicó que saber cuánto dura la respuesta inmune frente al virus es primordial para saber la protección ante las reinfecciones, la gravedad de la enfermedad y la eficacia de la vacuna.
Hasta enero de 2021 aún existen incógnitas sobre la mayor parte de las vacunas experimentales contra la COVID-19 que están en fase de desarrollo. De las vacunas autorizadas para su uso en emergencias, aún no se sabe cuánto tiempo dura la protección que brindan.
“Se ha comprobado que, aunque hay cierta heterogeneidad en la respuesta según cada individuo, en la mayoría de las personas en las que se ha analizado mantienen una robusta respuesta inmune humoral (anticuerpos) y celular (linfocitos T), de como mínimo entre 6 y 8 meses después de la infección, independientemente de que sean leves o graves”, explicó el investigador español.
7. ¿Cómo se enfrentan los casos más graves?
Debido a que ya existen más estudios del coronavirus, los casos graves que se presentan también ya pueden ser enfrentados con mejores tratamientos.
Aunque no hay un antiviral que elimine la enfermedad, existen combinaciones de tratamientos que ayudan a mejorar la salud y reducir la mortalidad, como por ejemplo:
- Antivirales
- Antiinflamatorios
- Anticoagulantes
- Corticoides
- Inhibidores de la tormenta de citoquinas
- Anticuerpos monoclonales
8. No hubo “mezcla” de virus
Ante la aparición del coronavirus, muchos científicos se preocupaban por la posible “mezcla” de patógenos respiratorios que regularmente aparecen en época invernal, como la influenza en el caso de México.
“No se podía descartar una situación de “tormenta perfecta” en la que coincidieran SARS-CoV-2 con otros virus, como el de la gripe o el respiratorio sincitial, que causan bronquiolitis y neumonías y son responsables de frecuentes hospitalizaciones y muertes en determinados sectores de la población más vulnerable”.
Ignacio López-Goñi aseguró que la buena noticia es que esta temporada de gripe y otros virus respiratorios desapareció, aunque esto no asegura que el próximo año vuelva a pasar lo mismo.
9. Miles de secuencias del genoma de SARS-CoV-2
El investigador español mencionó en su artículo en la BBC que actualmente existen más de 260 mil secuencias del genoma de SARS-CoV-2 disponibles en las bases de datos.
Esto, dice, ayuda a que se pueda dar un seguimiento a los cambios genéticos y poder analizarlo en tiempo real.
“Aunque los cambios de nucleótidos son la primera fuente de variación genética del SARS-CoV-2, también se han detectado inserciones, deleciones (un tipo de mutación genética en la cual se pierde material genético) e incluso recombinaciones”.
10. El coronavirus decrece en el mundo
Aunque se desconoce la evolución de la pandemia, se espera que disminuya su intensidad cada vez.
“No sabemos cómo será una posible cuarta ola, ni el efecto que puedan tener las nuevas variantes genéticas que van apareciendo, pero la buena noticia es que a nivel global la pandemia en este momento decrece”, finalizó el español.