Tras meses de intensas negociaciones y luchas internas entre los demócratas, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votará el viernes los gigantescos planes de inversión del presidente Joe Biden, con los que espera reavivar su maltrecha presidencia.
La Cámara de Representantes se reunirá a las 08:00 horas para votar los dos paquetes billonarios del presidente para “reconstruir” Estados Unidos, dijeron líderes demócratas el jueves por la noche.
Un proyecto “histórico” y “transformador”, dijo antes Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca.
Presionados por los resultados negativos de las elecciones locales del martes, los compañeros de partido de Biden en el Congreso se esforzaron el jueves por ponerse de acuerdo, y la presidenta de la Cámara de Representantes, la también demócrata Nancy Pelosi, prometió: “Vamos a aprobar estos dos planes”.
El tiempo se agota. Las luchas entre el ala izquierda y la más moderada del partido de Biden ponían en peligro una victoria que el presidente necesita para revitalizar su mandato.
“Hay urgencia”.
Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca
La mayoría de estadounidenses acepta los planes de Biden, según las encuestas, y un estudio de Moody’s publicado el jueves estima que estos podrían crear 1.5 millones de puestos de trabajo en 10 años.
Pero Biden, que durante la campaña presidencial presumió de su habilidad para negociar gracias a su dilatada carrera como senador, ha tropezado con las luchas en el seno de su partido y ve impotente al caer en picada sus índices de aprobación.
Un año antes de las elecciones
Antes de su gira por el G20 y la COP26, el presidente ya había visitado el Capitolio en dos ocasiones para acelerar la aprobación de sus dos proyectos estrella.
En primer lugar, un plan para renovar las deterioradas carreteras, puentes y transportes del país. El paquete de 1.2 billones de dólares -el equivalente al PIB de España– cuenta con el apoyo de los demócratas y algunos republicanos.
El otro plan, destinado a medidas sociales y climáticas, llamado “Reconstruir mejor”, recortaría los costes de las guarderías e invertiría 550,000 millones de dólares para reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2030.
Pero sus esfuerzos no cosecharon frutos
Al volver de Europa, el presidente, visiblemente impaciente, instó a sus tropas a ponerse las pilas: “Los demócratas nunca han estado tan cerca de finalizar y aprobar” estos planes, respondió el jueves el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer.
Pero su destino depende de un demócrata que, por el momento, se niega a apoyarlos, el senador Joe Manchin, de Virginia Occidental.
Debido a la débil mayoría demócrata en el Senado, este legislador tiene prácticamente poder de veto sobre estos proyectos.
El jueves por la mañana reiteró su preocupación por el impacto en la deuda pública estadounidense y la inflación.
En su estado, uno de los más pobres de Estados Unidos, “la gente está aterrorizada por el aumento del precio de la gasolina, de los alimentos y de los servicios públicos”, dijo en la cadena CNN.
Es una forma de denunciar el gasto excesivo de su partido, al que se acusa de no haber sabido tomarle el pulso al país, hasta el punto de haber perdido el martes el control de Virginia, un estado en el que Biden se había impuesto con holgura en las elecciones presidenciales de 2020.
Los comicios en Virginia eran considerados como un ensayo general para próximas votaciones.
El país celebrará elecciones legislativas de mitad de mandato en noviembre de 2022.
El partido de Biden se enfrenta a la posibilidad de perder el control de ambas cámaras, lo que dificultaría aún más la aprobación de cualquier reforma importante.