El humo ocasionado por los incendios que arden en Bogotá desde hace cuatro días afecta la operación del aeropuerto internacional de la capital de Colombia, donde se reomendó el uso de cubrebocas para prevenir enfermedades. Además, el presidente Gustavo Petro pidió ayuda internacional a la ONU, así como otros países para el combate al fuego.
El alcalde de la ciudad de 8 millones de habitantes, Carlos Fernando Galán, hizo un “llamado para que la población alrededor del área de los incendios use tapabocas”. En una declaración a los medios, mientras más de 300 bomberos, soldados y policías trabajan para apagar los incendios en la capital.
Desde el lunes, las llamas arden en diferentes puntos de la cadena montañosa que bordea la capital. Un total de 31 incendios están activos este jueves en cinco regiones del país, al menos tres de ellos en la capital, que causan estragos en su principal aeropuerto y obligaron a cancelar clases presenciales, según el más reciente balance de la estatal Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
“Se siente mucho el humo. Se siente que se le va a uno a la garganta”, dijo Blanca Galindo, una vendedora de jugos de fruta, de 69 años.
Más temprano, la autoridad aeroportuaria informó que restringió las operaciones en el aeropuerto El Dorado. Esto ante la difícil visibilidad de las pistas por la neblina y el humo.
Un total de 138 vuelos se vieron afectados, entre ellos 48 cancelados y 16 desviados a otros aeropuertos, según un balance de la autoridad aeronáutica, que reportó que la operación está “en curso de normalización”.
De acuerdo con el alcalde Galán, algunos colegios cancelaron las clases presenciales y pasaron a la virtualidad. La Universidad Javeriana, una de las principales del país y cuya sede está cerca de los focos, tomó la misma decisión.
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Entre otras medidas, la Alcaldía recomendó evitar hacer ejercicio al aire libre, cerrar las ventanas y dejar toallas mojadas debajo de las puertas.
“Estoy muy preocupada. ¡Dios mío! Está terrible. (…) Cuando yo venía para acá, esto estaba nublado totalmente”, contó Andrea Gómez, trabajadora independiente de 48 años. También se han visto animales silvestres, como coatíes, búhos y otros pájaros, resguardándose en zonas urbanas cercanas.
A la par, Galán afirmó que se comunicó con los embajadores de Estados Unidos, Chile y España para recibir apoyo de esos países, pues la situación “puede volverse más crítica”. Las conflagraciones están relacionadas a el “Niño”, un fenómeno asociado al aumento de las temperaturas en todo el mundo.
Gustavo Petro pide ayuda internacional
Asimismo, este jueves Colombia extendió su pedido de ayuda a los países miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), según anunció su presidente, quien el miércoles decretó el “desastre natural”.
“Vamos a pedir apoyo a las Naciones Unidas. Hay un protocolo para ello, en el día de hoy se activa”, anunció a los medios Gustavo Petro.
Mientras que confirmó que Estados Unidos, Chile, Perú y Canadá ya respondieron positivamente a los llamados para contener las llamas.
Desde el 3 de noviembre, cuando se inició ese fenómeno meteorológico agravado por el cambio climático, se han registrado 336 incendios forestales en 174 municipios colombianos. Al menos 6 mil 618 hectáreas de vegetación fueron devastadas, según la UNGRD.
“En este momento hay 62 municipios con estrés hídrico. Es decir, donde la capacidad de agua dulce se ha igualado o está por debajo de la demanda de la población”, completó Petro.
Además, los fuegos ya afectan la operación del aeropuerto internacional El Dorado, donde la Aeronáutica Civil informó que la primera terminal aérea de Iberoamérica en volumen de carga operaba “con restricción” ante la difícil visibilidad en las pistas por una combinación de neblina y humo.
Un total de 138 vuelos se vieron afectados, entre ellos 48 cancelados y 16 desviados a otros aeropuertos, según un balance de la autoridad aeronáutica, que reportó que la operación está “en curso de normalización”.
La aerolínea colombiana Avianca y la chilena Latam permitieron a los usuarios la reprogramación de sus vuelos sin costo adicional.
Los problemas de El Niño
El presidente Gustavo Petro declaró la víspera “calamidad pública” en el centro del país. Además ordenó que los helicópteros de la Fuerza Aérea se utilicen para apagar las llamas.
La medida libera fondos para “atender de manera rápida el impacto negativo sobre los recursos naturales del departamento”, dijo el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey. Otros siete departamentos han resultado afectados también por el fuego.
Cubiertos bajo una neblina de humo, los transeúntes de Chapinero, uno de los barrios más comerciales de Bogotá, caminaban durante la noche usando mascarillas.
Con molestias en sus ojos y garganta, Marisol Santana se dijo “a la expectativa” de los anuncios oficiales. “Está cayendo muchísima ceniza”. Contó esta mesera de 50 años, portando cubrebocas como “la mayoría de la gente” que ha visto en la zona. Agregó que “a ver si, pues, logran apagar el incendio esta noche porque el viento está muy fuerte”.
También han sido golpeados ecosistemas vitales para el ciclo del agua ubicados en montañas altas, como el Páramo de Berlín, en Santander, donde parte de su tradicional vegetación de frailejones fue consumida por las llamas.
“Traeremos la ayuda internacional que en estos casos se vuelve fundamental”, anticipó el presidente Gustavo Petro durante un acto en Nariño en el suroeste. Sin precisar qué países participarán en los operativos.
Colombia enfrenta en los últimos meses fuertes incendios forestales por el calor extremo y sequías derivadas de El Niño. Los cuales se prolongarán hasta junio según pronósticos, agravados por el calentamiento global.
Siete municipios del norte, el centro y el oriente de Colombia registraron el miércoles temperaturas de hasta 39ºC. La autoridad climática Ideam tiene bajo alarma por incendio a 883 de los mil 101 municipios colombianos, más de la mitad (586) en alerta roja.
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Bogotá, entre el humo y las llamas
En Bogotá, un voraz incendio arde desde el lunes en la cadena montañosa que limita la capital al este, conocida como Cerros Orientales.
“El día de hoy hemos tenido cinco incendios forestales”, dijo la noche del miércoles el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán. Galán añadió que los bomberos han logrado controlar las llamas en un 80%, mientras se observaron en horas de la noche grandes llamaradas en el cerro El Cable, vecino de la capital.
Más de 300 bomberos, militares y rescatistas trabajan en la contención de las llamas, apoyados con dos helicópteros equipados con sistemas de descarga de agua, una avioneta y drones térmicos. Cuatro personas han resultado heridas en las labores, aunque ninguna de gravedad.
Asimismo, las autoridades han advertido de “un deterioro significativo” en la calidad del aire en la ciudad, de unos 8 millones de habitantes.
“Todo el humo de los cerros se está viniendo a este lado y lo afecta a uno. (…) Queda uno como si se estuviera ahogando”, comentó Héctor Rafael Escudero, conductor de 62 años. También, animales silvestres, como coatíes, búhos y otros pájaros, han sido vistos resguardándose en zonas urbanas cercanas.
“Nuestro ecosistema fue afectado de forma severa, miles de animales fueron desplazados, otros murieron”, dice un reporte del gobierno capitalino.
Incendios no son naturales
El martes, Galán reveló que los bomberos tienen “indicios” de que la emergencia activa en Bogotá fue causada por una fogata.
“Hubo un lugar en donde hicieron una fogata, hubo gran intensidad de calor en las horas de la noche. (…) Sin embargo, desconocemos cuál fue la intención”, explicó este miércoles a periodistas el comandante del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá, Fidel Medina.
En tanto que la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, aseguró a la Blu Radio que “el 90% (de los fuegos registrados en el país) son provocados. Sea por accidente -o sea, las personas, por ejemplo, hacen una fogata y se sale de control- o sea, premeditadamente”.
