Autoridades de la ciudad de Xi’an, en China, endurecieron los controles implementados por el nuevo coronavirus (COVID-19) al nivel “más estricto”, prohibiendo incluso a los residentes conducir coches por la ciudad, en un esfuerzo por controlar el peor brote del país en 21 meses.
La ciudad de Xi‘an, cuyos 13 millones de habitantes están confinados por quinto día consecutivo, se está enfrentando a una nueva ola de contagios; el lunes registró 150 nuevos casos, sumando 650 desde el pasado 9 de diciembre.
A partir del lunes, no se permite la circulación de vehículos a menos que estén ayudando en las labores de control de la enfermedad. Tanto la policía como los funcionarios de sanidad “inspeccionarán estrictamente” los coches.
Los infractores se enfrentan a 10 días de arresto y una multa de 500 yuanes, casi 80 dólares, es decir, unos mil 600 pesos mexicanos.
Para frenar la propagación, las autoridades afirman haber hecho pruebas sucesivas a toda la población. Todos los negocios no esenciales están cerrados, y cada hogar sólo puede enviar a una persona a comprar artículos de primera necesidad cada tres días.
- China impone desde el año pasado una estrategia “cero COVID” y ha redoblado la vigilancia para evitar un brote importante antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, que se celebran en febrero.