Treinta y uno de los 33 mineros atrapados durante 69 días en una mina del norte de Chile, en agosto de 2010, recibirán del Estado una indemnización de 55 mil dólares cada uno, tras una determinación de la justicia.
El fallo del juez, que rebaja a la mitad el monto aprobado en primera instancia, fue adoptado por la Corte de Apelaciones de Santiago, Chile, que acreditó “el actuar negligente de los órganos del Estado y la existencia del daño causado y la relación de causalidad entre ellos” en el accidente ocurrido el 5 de agosto de 2010.
Derrumbe en 2010
El día del accidente, un derrumbe bloqueó la entrada a la vieja mina de oro y cobre San José, en el desierto de Atacama, a unos 800 kilómetros (km) y dejó atrapados en su interior a más de 600 metros de profundidad a los 33 mineros.
- Después de 69 días, todos los mineros fueron rescatados sanos y salvos a través de una perforación que se realizó en la mina y por la cual se introdujo una cápsula de metal desde la que emergieron uno a uno, en un espectacular rescate seguido en vivo por millones de personas en el mundo
Una vez de vuelta a la superficie, los mineros fueron asediados por la prensa, la mayoría recorrió el mundo narrando su historia de supervivencia y muy pocos de ellos pudieron volver a insertarse exitosamente en el mundo laboral.
La decisión de la autoridad
La sentencia determina como principal responsable al Servicio Nacional de Geología y Minas (Sernageomin), un órgano estatal que tenía que “velar por el cumplimiento de las normas de seguridad en las labores mineras” y “no actuó, o lo hizo imperfecta o tardíamente”.
- Dos de los 33 mineros en Chile-Luis Bustos y Juan Illanes– se restaron de la acción judicial por decisión personal
Entre quienes sí llevaron a cabo la demanda está Mario Sepúlveda, de 50 años, reconocido como el más histriónico de los 33 y por el filme que realizó Hollywood sobre la historia de los mineros en Chile.
“Nada va a pagar lo que pasamos, pero a estas alturas de la vida lo que quiero es tranquilidad y paz. Sé que hay compañeros que en estos momentos lo están pasando mal y que nunca más pudieron trabajar”, aseguró Mario Sepúlveda.
Al cumplirse el año pasado una década de accidente, algunos de los mineros -Sepúlveda entre ellos- reconocieron sentirse abandonados por el Estado.
El minero José Ojeda, que escribió el famoso mensaje: “Estamos bien en el refugio, los 33”, alertando al mundo de que estaban vivos cuando ya muchos perdían la esperanza, relató que lucha por su vida.
- Con una diabetes avanzada que redujo sus movimientos y con muletas, reconoció que en 10 años es muy poco lo que se ha recuperado y que todavía sigue “con las pesadillas y el mal dormir”