El estado de Carolina del Sur, en Estados Unidos, introdujo una ley que obliga a condenados a muerte a elegir entre el pelotón de fusilamiento o la silla eléctrica, después de que la falta de fármacos para la inyección letal paralizara las ejecuciones durante una década.
Henry McMaster, gobernador republicano de Carolina del Sur, dijo sobre los procesos de pena de muerte en su cuenta de Twitter:
“El fin de semana firmé una ley que permitirá al Estado aplicar pena de muerte. Las familias y los seres queridos de las víctimas tienen derecho a llorar y a buscar justicia a través de la ley. Ahora podemos hacerlo”.
El gobernador reanudará ejecuciones tras una pausa de 10 años, debido a la escasez de sustancias utilizadas en inyecciones letales. La ley de Carolina del Sur decreta a la silla eléctrica como primera opción de muerte para un condenado, y autoriza la formación de un pelotón de fusilamiento.
Pena de muerte y justicia
- La ejecución por inyección será opción prioritaria cuando se disponga de las sustancias necesarias
- La silla eléctrica no se utiliza desde 2008, y la última ejecución por inyección fue en mayo de 2011
La Incarcerated Outreach Network, organización de ayuda a presos con sede en Carolina del Sur, calificó la decisión en Twitter como “espantosa, impactante y abominable”. Para el representante local de la organización de derechos civiles, Frank Knaack, esto significa que:
“El Gobierno de Carolina del Sur encontró una nueva forma de reiniciar las ejecuciones, dentro de un sistema racista, arbitrario y propenso a los errores”.
“El sistema de justicia de Carolina del Sur comete errores”, añadieron grupos activistas en comunicados, “pero la pena capital es irreversible”, señalando que las personas de color constituyen más de la mitad de condenados a muerte, por lo que exigen reconsiderar esta medida de justicia.