El embargo de Estados Unidos contra Cuba, uno de los regímenes de sanciones unilaterales más prolongado del mundo, sigue presente desde hace 60 años y afecta las relaciones bilaterales entre los dos países.
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El objetivo: cambiar el régimen
La proclama presidencial 3447, que el presidente John F. Kennedy firmó el 3 de febrero de 1962, decreta un “embargo total al comercio con Cuba”. Antes de entrar en vigor, Kennedy garantizó para su consumo mil 200 puros cubanos, un bien desde entonces vetado a los estadounidenses.
Al pasar los años, “el objetivo oficial (del embargo) ha evolucionado”, explicó John Kavulich, presidente del Consejo Económico Cuba-Estados Unidos.
“En general, el objetivo ha sido, en general extraoficialmente, un cambio de régimen; y públicamente se ha centrado en un cambio de comportamiento del régimen”, explicó.
- En los últimos años, Washington ha justificado su embargo en torno a dos temas: los derechos humanos y el apoyo de La Habana al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Reforzado con los años
“No sólo la justificación ha evolucionado, sino también el tipo de acciones del boqueo” adoptadas, subraya la investigadora y editorialista del blog “La Joven Cuba”, Alina López.
Remarcó que “mientras (el embargo) fue bilateral, fue más fácil para Cuba”, y un tema que “apenas se mencionaba en las primeras tres décadas de la revolución” por el Gobierno cubano, apoyado entonces por los soviéticos.
Pero en 1992 y 1996, las leyes Torricelli y Helms-Burton establecieron sanciones a empresas y bancos extranjeros que operaran con Cuba, lo anterior, se externalizó y el embargo perdió su carácter bilateral, dijo López.
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Condena en la ONU
Desde 1992, Cuba presenta cada año una resolución que condena al embargo. Solamente 59 países votaron a favor la primera vez, pero ahora casi todas las naciones la respaldan.
- Nada más Estados Unidos e Israel votan siempre en contra, salvo en 2016, durante el corto deshielo diplomático bajo el Gobierno de Barack Obama.
Con la Ley Helms-Burton “la intención era crear un embargo internacional contra Cuba”, señala Ric Herrero, director del Grupo de Estudios sobre Cuba, que aboga por la apertura entre Washington y La Habana. La votación en la ONU muestra el “rotundo fracaso” que supuso.
Un rompecabezas para levantarlo
Sobre un posible levantamiento, el peso electoral de Florida, EU, un Estado con una gran diáspora cubana, ha impedido cualquier distensión.
“La política hacia Cuba ha sido dictada por la política interna (de EU) desde el final de la Guerra Fría. No hay ninguna expectativa real de que los demócratas vayan a ganar la Florida”, advirtió Herrero.
Ni siquiera Obama, que alivió algunas sanciones, logró levantarlas. Un legado de la Ley Helms-Burton es el candado que prohíbe a cualquier presidente cambiar sus normas o eliminarlas por orden ejecutiva, es una prerrogativa reservada a los miembros del Congreso.
El otro embargo
En la isla lo llaman el “bloqueo interno”: “burocracia, centralización excesiva, falta de estímulos a los productores”, resumió el economista Omar Everleny Pérez.
- Los bajos niveles de producción, sobre todo en la agricultura, obligan al país a importar el 80% de su consumo, y la tardía apertura al sector privado aún enfrenta trabas administrativas.
“Las políticas internas tienen más peso en la situación de Cuba que incluso el bloqueo, porque la agudización del bloqueo viene de los años 90, pero las malas políticas son históricas, vienen desde los 60”, explicó Pérez.