Bielorrusia cambió de táctica en la crisis con su vecino de Polonia al dirigir ahora a diversos grupos de migrantes más pequeños hacia múltiples puntos de la frontera entre los dos países, declaró el sábado el ministro polaco de Defensa, Mariusz Blaszczak.
Los países occidentales acusan a Bielorrusia de fabricar esta crisis al hacer que vengan migrantes, sobre todo de Oriente Medio, y llevarlos a la frontera prometiéndoles que podrán cruzarla fácilmente y entrar a Polonia y por tanto en la Unión Europea (UE). Bielorrusia desmintió estas acusaciones y reprochó a la UE que no acepte a los migrantes.
“Debemos prepararnos a que este problema va a durar meses. Ahora se ha adoptado un método ligeramente diferente por los migrantes y los servicios (de seguridad) de Bielorrusia, grupos de migrantes más pequeños intentan cruzar la frontera por numerosos puntos”.
Mariusz Blaszczak, ministro de Polonia
A ellos se añadieron grupos de unas 200 personas con piedras y gases lacrimógenos, ataques dirigidos “sin duda por los servicios (de seguridad) bielorrusos”, agregó.
El viernes, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, declaró a la BBC que era “totalmente posible” que sus fuerzas de seguridad hubieran ayudado a las personas a entrar en la UE, pero negó que se tratara de una operación orquestada.
“Somos eslavos. Tenemos corazón. Nuestras tropas saben que los migrantes van a Alemania, tal vez alguien les ayudó (…) pero yo no les he invitado aquí”.
Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia
El viernes, la comisaria del Consejo de Europa para los Derechos Humanos, Dunja Mijatovic, exigió que Polonia deje de reenviar a migrantes que consiguen entrar desde Bielorrusia.
“He escuchado testimonios terribles, de sufrimiento extremo de personas desesperadas que pasaron semanas o meses, en condiciones sórdidas, al límite, en el frío y la humedad del bosque debido a estos rechazos”.
Dunja Mijatovic, comisaria del Consejo de Europa para los Derechos Humanos
Según los medios de comunicación de Polonia, al menos 11 migrantes murieron desde que comenzó esta crisis, este verano boreal.
“Nadie es clandestino”
En Varsovia, Polonia, centenares de personas manifestaron su reprobación pidiendo “¡Salvar a la gente en la frontera!” y gritando que “Nadie es clandestino”, lo mismo en Hajnowka, ciudad situada en la frontera con Bielorrusia, donde miembros del grupo “Madres en la frontera” se congregaron en apoyo a los derechos de los exiliados.
En tanto, un representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó al lugar para ayudar a organizar un apoyo médico a los migrantes, según el ministro bielorruso de Salud. Por su parte, el ministro de relaciones exteriores de Yemen indicó que trabajaba en la repatriación de sus connacionales, ocho en Bielorrusia y nueve en Polonia.
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El jueves pasado, Bielorrusia registraba la presencia de siete mil migrantes en su territorio. Unos 400 fueron repatriados el pasado jueves por avión a Irak y dos mil albergados en el hangar de un centro logístico cercano a la frontera.
La situación de los migrantes de Medio Oriente varados en Europa sigue siendo precaria, según el representante del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) en Bielorrusia, Musuleu Mamo, quien visitó el lugar el sábado.