Un enorme estruendo se escuchó en el cielo de París, capital de Francia, y provocó la alarma entre la población, hasta que el Departamento de Policía, que sirve a la ciudad y a suburbios aledaños, comunicó que fue causado por un avión caza que rompió la “barrera del sonido” para ir a socorrer a una aeronave colega que se encontraba en problemas a kilómetros de distancia.
El estruendo, que sacudió cristales de las ventanas en París y sus suburbios, provocó temor entre los ciudadanos, que viven bajo la amenaza constante de atentados. Comparable a una explosión, se oyó claramente durante el torneo de tenis de Roland Garros, donde el suizo Stan Wawrinka y el alemán Dominik Koepfer dejaron de jugar durante unos segundos para escrutar el cielo.
“Se escuchó un ruido muy fuerte en París y en su región. No fue una explosión, fue un avión de combate que rompió la barrera del sonido”, escribió el Departamento de Policía de París en su cuenta de Twitter, instando a la gente a dejar de llamar a las líneas telefónicas de los servicios de emergencia. El Ejército del Aire informó que el ruido fue provocado por un avión Rafale, que despegó de la base Saint-Diziers para “socorrer a una aeronave que perdió contacto”.
Se le “autorizó a romper la barrera del sonido para llegar lo antes posible”, dijo el portavoz de la Fuerza Aérea francesa, el coronel Stéphane Spet. El avión en problemas era un Embraer que, según la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), sufrió una “pérdida de radiofrecuencia” mientras sobrevolaba el oeste de Francia. Pero la comunicación se ha “restablecido”, añadió la DGAC.
Sobre la “barrera del sonido”
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), las potencias mundiales se percataron de que los aviones que volaban a velocidades sumamente rápidas presentaban problemas de compresibilidad (propiedad de la materia que hace que los cuerpos disminuyan su volumen al someterlos a una presión o compresión determinada), pero a partir de 1950, una nueva generación de aviones rompió con esa “barrera del sonido”.
En este video se rompe la barrera del sonido, aunque no es el caso sucedido en París:
Para que una aeronave rompa la “barrera del sonido”, debe viajar, según expertos, a la “atípica” velocidad de 343.2 metros por segundo. Al rebasarse esa velocidad, se forma una explosión sónica muy imprudente para el oído humano. Cuando la aeronave rompe la “barrera del sonido”, en su parte trasera se forma un disco blanco a causa del vapor de agua que se condensa por la onda de choque.
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