Treinta personas fueron detenidas durante una multitudinaria manifestación, en Ámsterdam, contra las restricciones sanitarias en los Países Bajos, donde una semana antes de Navidad se impuso un nuevo confinamiento para frenar la expansión de la variante Ómicron.
A pesar de que las autoridades también habían prohibido las concentraciones, miles de personas se reunieron el domingo en la Museumplein, una de las principales plazas de la capital neerlandesa.
“A petición del alcalde, la policía intervino y detuvo a un total de 30 sospechosos por alteración del orden público, posesión de armas prohibidas e irrespeto a las fuerzas del orden”, indicó en un comunicado la policía holandesa, que también dijo que cuatro agentes habían resultado heridos.
Medios locales informaron de dos manifestantes heridos en los enfrentamientos con la policía.
Países Bajos tiene unas restricciones sanitarias estrictas. Los comercios no esenciales, restaurantes, bares, cines, museos y teatros están cerrados hasta el 14 de enero, y los colegios, por lo menos, hasta el 9.
En el exterior, solo se permiten reuniones de dos personas, salvo en los entierros. Pero no hay restricciones para los desplazamientos.
Fiesta ilegal en año nuevo
Apenas el sábado, la policía disolvió una fiesta ilegal en una antigua fábrica en el centro de los Países Bajos donde cientos de personas celebraban el fin de año.
La fiesta comenzó el viernes por la noche en el hangar de una antigua fábrica de ladrillos en Rijswijk. Los vecinos declararon haber visto numerosos vehículos con matrículas de Francia, Alemania, España e Italia.
La policía desplegó cientos de agentes y diez furgonetas para disolver la fiesta, según la televisión pública neerlandesa NOS.
Aunque la intervención se desarrolló sin violencia, la policía arrestó a varias personas, informó el medio local Omroep Gelderland.