Después de 14 meses en que la ciudad de Nueva York empezó a tener los primeros síntomas de lo que se describió inicialmente como una crisis migratoria, miles de neoyorquinos empiezan a quejarse sobre cómo sus vecindarios y servicios, ya no son los mismos.
Alcalde Nueva York considera la crisis migratoria como “una catástrofe”
Las palabras de Eric Adams, alcalde de Nueva York, resuenan en la Gran Manzana, quien calificó este fenómeno como “una catástrofe”.
“No tenemos apoyo en esta crisis nacional. Recibíamos venezolanos, ahora recibimos a gente de Ecuador y de todo el mundo que vienen a Nueva York”.
Eric Adams, alcalde demócrata de Nueva York
El alcalde acusó a la administración del presidente Joe Biden por no tener, hasta ahora, respuestas claras al flujo indetenible de inmigrantes.
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Un discurso que se suma a las propias quejas de neoyorquinos que reclaman que no instalen inmigrantes en sus barrios.
Ciudadanos de Nueva York protestan por presencia de inmigrantes
Así sucedió en el barrio de Staten Island, donde la construcción de un albergue frente a una escuela ha indignado a los residentes.
“Estamos aquí para celebrar nuestra libertad. Nos preocupan nuestras familias y es incorrecto lo que pretenden la gobernadora y el presidente”.
Salvatore Michaerls, representante republicano
Las alarmas en la ciudad se han disparado no sólo al saturarse los sistemas de albergues, sino también las escuelas y otros servicios sociales.
Inmigrantes también se quejan de la situación
A su vez, los recién llegados en busca de asilo también se quejan de la situación en la que se encuentran, como Alan, un venezolano que llegó hace poco tras cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
“Si van a ayudar que nos traten como seres humanos, no como animales. Tenemos mucho que agradecer, pero también que no nos traten así. Yo tenía un trabajo, y al salir no me permitieron regresar”.
Alan, inmigrante venezolano
La cifra de 110 mil solicitantes de asilo que han llegado a Nueva York no sólo complica las arcas municipales y a sus autoridades, también se ha convertido en una guerra política que complica cada vez más al presidente Joe Biden.