Las fuerzas separatistas de Armenia en Nagorno Karabaj y el ejército de Azerbaiyán se acusaban este domingo mutuamente de bombardear zonas civiles, lo que dejó víctimas, en el segundo día de una tregua humanitaria todavía inestable.
El presidente de la república autoproclamada, Arayik Harutyunyan, consideró no obstante este domingo que la situación era “más calma” que la víspera en el frente, destacando que el domingo por la mañana no se registraron bombardeos aunque sí que hubo “algunos intercambios de disparos y tiros de mortero en el frente”.
Azerbaiyán informó de nueve civiles muertos en el bombardeo nocturno contra la segunda ciudad del país, Ganyá, a unos 60 km de la línea del frente, y que ya ha sufrido varios ataques desde hace una semana.
La oficina del fiscal general señaló que fue alcanzado un edificio de apartamentos en lo que es, según él, un ataque “deliberado contra la población civil”.
En el lugar, socorristas con cascos rojos y sin protección en las manos buscaban entre los escombros del inmueble, constataron el domingo por la mañana periodistas de la AFP, que vieron el cuerpo desnudo de una víctima entre los restos.
En total, nueve apartamentos quedaron destruidos, según los testigos, por un proyectil a las 02:00 horas locales.
- En la zona, se veía a mujeres llorando.
Acusaciones mutuas entre Armenia y Azerbaiyán
“Me cayó una piedra en la cara, abrí los ojos y me cayó otra piedra. Me dije, qué es todo esto… y ya no pude ver nada, todo era una nube de polvo”, explicó una vecina, Akifa Bayramova, de 64 años, con el ojo morado tras haber recibido un golpe de un cascote mientras dormía.
“Armenia tiene que saberlo, y todo el mundo tiene que saberlo: no asustaréis a los azerbaiyanos con las armas”, clamó.
Hikmet Hajiyev, consejero del presidente azerbaiyano Ilham Aliyev, denunció “un acto genocida” y advirtió que “si eso continúa, nos veremos obligados a tomar medidas recíprocas”.
Por su parte, el ministerio de Defensa de la región separatista desmintió haber bombardeado Ganyá: “Es una mentira absoluta”.
El presidente del enclave, Arayik Harutyunyan, aseguró que sus tropas respetaban “el acuerdo de alto el fuego humanitario”, negociado en Moscú el viernes y que entró en vigor el sábado a las 12H00 (08H00 GMT).
Si bien constató que la situación había mejorado el domingo, consideró que no estaba claro que la tregua vaya a respetarse. Según el pacto, esta debería servir para intercambiar los cuerpos de combatientes fallecidos y de prisioneros.
“En este momento, no hay bombardeos. Algunos disparos y morteros en la línea del frente (…) Veremos cuánto tiempo dura. No sabemos cómo irá el día”, advirtió Harutyunyan en rueda de prensa.
Desde el sábado, los dos bandos se acusan mutuamente de violar el alto el fuego.
La tregua humanitaria negociada en Rusia por los ministros armenio y azerbaiyano de Relaciones Exteriores, auspiciada por la diplomacia rusa, debería permitir el intercambio de cuerpos de soldados y de prisioneros.
Nagorno Karabaj es un territorio poblado mayoritariamente por armenios que se independizó de Azerbaiyán tras una guerra que causó 30.000 muertos en los años 1990. Desde entonces, Bakú acusa a Ereván de ocupar su territorio y suelen estallar brotes de violencia.
Los enfrentamientos actuales, que estallaron el 27 de septiembre, son los más mortíferos desde el alto el fuego declarado en 1994.
La tregua es “demasiado frágil”
De momento, se contabilizaron cerca de 550 fallecidos, incluyendo a unos 60 civiles, aunque el balance podría ser en realidad mucho mayor, pues Azerbaiyán no comunica su saldo de militares muertos y ambos bandos reivindican que mataron a miles de soldados rivales.
La realidad sobre el terreno sigue siendo confusa, porque ambos bandos desmienten sistemáticamente los éxitos que reivindica su rival.
La tregua pactada en Moscú llegó tras los múltiples llamados de la comunidad internacional, especialmente por parte del Grupo de Minsk, copresidido por Rusia, Francia y Estados Unidos, que actúa como mediador en el conflicto.
Este domingo, desde el Vaticano, el papa Francisco señaló que aunque “aprecia que Armenia y Azerbaiyán hayan acordado un alto el fuego por motivos humanitarios”, lamenta que “la tregua [sea] demasiado frágil”.
Azerbaiyán, apoyado por Turquía, advirtió que no cesará sus operaciones militares hasta que armenia no se retire de la región separatista.
Nagorno Karabaj es una región en la que rusos, turcos, iraníes y occidentales tienen intereses, por lo que se teme que el conflicto se internacionalice.
Turquía ya fue acusada de participar con hombres y armas en el conflicto, apoyando a Azerbaiyán, aunque Bakú lo niega.
El presidente azerbaiyano consideró, en una entrevista publicada el domingo en Rusia, que Ankara “debe jugar un papel mayor en la región y en la resolución del conflicto”.