La Organización de Naciones Unidas (ONU) para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) alertó -en el Día Internacional de la Niña- a través de un comunicado que alrededor de 11 millones de niñas alrededor del mundo podrían nunca volver a las escuelas tras los efectos que dejó la emergencia sanitaria del coronavirus (COVID-19), lo cual tan sólo es el inicio de una serie de problemas que se desencadenarían tras la deserción escolar, como:
- Violencia.
- Matrimonios precoces y forzados.
- Riesgos de embarazos adolescentes.
- Amenaza décadas de progreso hacia la igualdad de género.
“Para muchas niñas”, agrega la Unesco, “la escuela es más que una llave para un futuro mejor. Es un salvavidas” que ayuda a terminar con tendencias que atentan contra el desarrollo de niñas, adolescentes y jóvenes mujeres que gozan, aún con áreas de oportunidad, avances de las féminas dentro de sus sociedades. Bajo este contexto, el cuerpo de la ONU llama al programa #LaEducaciónContinúa, el cual explica:
“Se hace un llamado a los miembros de la Coalición Mundial para la Educación para garantizar que todas las niñas puedan aprender (a distancia) mientras las escuelas estén cerradas (por COVID-19) y volver a las aulas cuando las escuelas abran de nuevo de forma segura”.
Unesco.
La Unesco aseveró que, antes de que la pandemia del COVID-19 terminara con la forma de vida conocida hasta diciembre de 2019, ya había “130 millones de niñas que” perdieron acceso a la educación, por lo que las otras 11 millones de niñas representan una gran amenaza para el desarrollo de la sociedad, en la cual es indispensable la participación de las mujeres; aseguró que trabaja para disminuir las cifras de deserción.
Impacto de la deserción
La Unesco subrayó que las niñas que continúan con la educación académica, pueden aumentar hasta en 20% sus ingresos durante la vida adulta y estimó que “en África […] y Asia […], un 10% de niñas menores de 17 años quedarían embarazadas si todas ellas tuvieran (sólo) una educación primaria”, además de que algunas naciones pierden “más de 10 mil millones de dólares” anuales por no educar a las niñas al igual que a los niños.
La Unesco agregó en relación con las 11 millones de niñas que podría dejar la educación tras la pandemia del COVID-19:
“La educación de las niñas es una de las inversiones más poderosas que podemos hacer para nuestro futuro. El efecto dominó de cambio positivo que ocurre cuando una niña recibe una educación es sorprendente. Fortalece las economías, reduce la desigualdad y crea más oportunidades para que todos tengan éxito”.
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