Alemania señaló que se hallaron miles de peces muertos en río fronterizo con Polonia, se estaría hablando de un gran desastre ecológico pues bancos enteros que podrían llegar no solo a miles sino a millones de especies que cruzan el flujo de agua podrían ser afectadas.
¿Qué se sabe de los peces muertos en río de Alemania y Polonia?
Miles de peces flotan inertes en el Óder, despertando el temor a un “desastre” ecológico en este río que transcurre entre Alemania y Polonia, cuyas autoridades pidieron a la población mantenerse alejada de sus aguas.
Los bancos de peces surcando panza arriba cerca del pueblo de Schwedt, en el este de Alemania, probablemente fueron arrastrados por la corriente desde Polonia, donde vecinos y pescadores detectaron los primeros casos el 28 de julio.
Los responsables alemanes, sorprendidos por la llegada en masa de estos animales, reprocharon a las autoridades polacas por no haber avisado. La ministra alemana de Medio Ambiente, Steffi Lemke, exigió una investigación exhaustiva para determinar las causas de este “desastre medioambiental”. En Polonia, el gobierno populista de derecha recibió críticas por no haber actuado antes.
¿Por qué razón habrían muerto los peces en río de Alemania y Polonia?
No solo han muerto peces, también muchos otros animales acuáticos como los mejillones. El Óder es un río considerado relativamente limpio desde hace numerosos años y que alberga una cuarentena de especies de peces.
Muchos ahora flotan sin vida en sus aguas, algunos de apenas unos centímetros, otros de casi dos palmos. A veces, se ve algún ejemplar que trata de voltearse para intentar nadar. Las autoridades estiman que los animales fueron probablemente envenenados.
Hay análisis en marcha en Alemania para establecer la naturaleza de esta sustancia. Las autoridades ya han informado de indicios de niveles extremadamente altos de mercurio, algo que la investigación deberá confirmar.
En Polonia, la policía ofreció una recompensa de 215 mil dólares para encontrar al culpable de los vertidos. El mercurio es un metal que no se desintegra y puede permanecer muchos años en los sedimentos.