Un joven de Senegal, en África, demostró que querer es poder, pues sorprendió a propios y extraños al crear un telescopio usando alambre y latas, lo que dio más mérito a Malick Ndiaye, el chico creador.
El amor de Malick Ndiaye por el Universo
El joven, que sorprendió al mundo con su ingenio al construir un telescopio con lo que tuvo a la mano, desde muy temprana edad quedo fascinado con la inmensidad y belleza que representa el Universo.
Incluso, antes de aprender a leer y escribir el joven habitante de Senegal ya observaba con fascinación y curiosidad el cielo en África, alentado por un libro de su padre que mostraba lo inalcanzable para el pequeño Malick Ndiaye.
El libro “Todo el Universo” sembró en el chico la semilla de la curiosidad para poder ver más cerca lo que él ya sabía identificar a la perfección: las estrellas. El joven africano, desde chico, era capaz de señalar estrellas como Sirio, Betelgeuse o Aldebarán.
Sin embargo, Malick Ndiaye quería más y decidió construir un telescopio con sus propias manos y con lo que tenía cerca, así que comenzó a unir latas, alambre y caña para poder sostener la estructura.
Para llegar, al menos con la mirada, a las estrellas, el joven de 13 años se valió de un lente de cámara y unos anteojos que su padre ya no usaba, y todo, en conjunto, dio el increíble resultado que hoy causa sorpresa y admiración hacia Malick Ndiaye por no detenerse para alcanzar su pasión.
En entrevista para el medio El País, el chico se dijo maravillado con lo que logró en tan sólo dos semanas.
“Tardé dos semanas en construir el telescopio. Cuando enfoqué al cielo nocturno y vi los detalles de la superficie de la Luna, me pareció que podía tocarla con la mano”.
Fue gracias a redes sociales que el chico comenzó a ganar popularidad tanto en Senegal como en el resto del mundo.