El aeropuerto de la isla española de La Palma, afectado por la erupción ocurrida el pasado 19 de septiembre en el volcán Cumbre Vieja, no puede funcionar por la acumulación de cenizas, informó este sábado el organismo que gestiona los aeropuertos españoles.
La AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), detalló que los vuelos se encuentran suspendidos, dado que la acumulación de ceniza lo dejó inoperativo.
Aclaró que el resto de aeropuertos de las islas Canarias, uno de los principales destinos turísticos españoles se encuentran funcionando.
“Se han iniciado las tareas de limpieza (en el aeropuerto de la isla española de La Palma), pero la situación puede cambiar en cualquier momento”, precisó.
Desde el viernes, vuelos suspendidos a La Palma
El viernes ya se habían suspendido los primeros vuelos a La Palma desde que comenzó la erupción del volcán Cumbre Vieja el pasado 19 de septiembre.
Incluso, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que tenía previsto realizar una visita a la isla, decidió suspenderla por la cancelación de diferentes conexiones por vía aérea “y la imposibilidad de habilitar otras soluciones por vía marítima”, según un comunicado emitido por su ministerio este sábado.
El volcán registró la noche del viernes un incremento de su actividad, lo que encadenó explosiones, lluvia de material incandescente, rocas, cenizas y exhalaciones.
Según los reportes del Instituto Geológico y Minero de España, se abrieron dos nuevas bocas que vertían lava fluida a mucha velocidad y el volcán escupía rocas mucho más lejos.
El temor al desmoronamiento de una parte del cono llevó a ordenar la evacuación de otra zona de la isla, una medida que afectó a 160 personas y que eleva a más de 6 mil 200 el número de habitantes que han tenido que abandonar sus hogares por esta causa.
El pasado viernes, dos funcionarios españoles describieron las variaciones sobre la actividad del volcán.
“El pico de intensidad del volcán sufrió una enorme subida”, Miguel Ángel Morcuende, director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias
“Las coladas de lava, que son de alta temperatura y contenido de gases, son poco viscosas y pueden saltar obstáculos geográficos”, dijo María José Blanco, del Instituto Geográfico y Minero de España.
Detalló que habían aparecido “dos nuevos centros emisores en la falda del cono volcánico (…) que emitían lavas de gran velocidad y fluidez”, y su desarrollo hizo temer “una desestabilización del sector del cono principal”.
Según el sistema europeo de mediciones geoespaciales Copernicus, la colada de lava ocupa una superficie de 190 hectáreas y destruyó 420 construcciones.