El acta de acusación contra Donald Trump fue presentada formalmente al Senado el lunes por la Cámara de Representantes de Estados Unidos, marcando la apertura oficial de su histórico juicio político por “incitación a la insurrección” en los hechos violentos perpetrados por sus seguidores en el Capitolio el 6 de enero.
Desde el martes, la Cámara Alta convocará oficialmente a Trump para este proceso, que no comenzará sino el 9 de febrero.
Los senadores prestarán juramento ese día para convertirse en jurados de este juicio doblemente histórico: Trump es el primer presidente estadounidense en ser objeto dos veces de un “impeachment”. Y será el primero en ser juzgado tras abandonar la Casa Blanca.
En peligro la seguridad de EU
Bajo un silencio solemne, los nueve “fiscales” designados por la presidenta demócrata de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, cruzaron para llegar al Senado los mismos pasillos decorados con estatuas y pinturas que fueron tomados por asalto por partidarios de Trump hace menos de tres semanas.
Luego, su jefe, Jamie Raskin, leyó el acta de acusación por “incitación a la insurrección” en el hemiciclo del Senado, unas palabras que resonaban de manera especial pues todos en el edificio, congresistas y senadores, fueron testigos de los hechos violentos por los seguidores de Trump.
“Donald John Trump” incitó “a la violencia” y “puso gravemente en peligro la seguridad de Estados Unidos y de sus instituciones”, dijo el congresista demócrata, citando principalmente sus “falsas declaraciones” negando la victoria de Joe Biden en las presidenciales de noviembre.
“Nunca recuperarán nuestro país siendo débiles”, dijo Trump a los manifestantes poco antes del ataque al Capitolio, que dejó cinco muertos. “Tienen que mostrar fuerza”.
Una semana exacta después del asalto, la Cámara de Representantes había votado su acusación o “impeachment“, el 13 de enero.
La violencia en el Capitolio conmocionó a Estados Unidos y empujó a muchos líderes republicanos a denunciar la conducta del impetuoso magnate.
Pero una condena del Senado parece poco probable en este momento, ya que Trump, todavía muy popular entre sus electores, sigue contando con partidarios clave en la Cámara Alta.
Acta del juicio contra Trump
El juicio contra Trump toma presencia mientras Biden intenta acelerar la campaña de vacunación para frenar una pandemia del coronavirus que deja más de 420 mil muertos, y negocia con republicanos reticentes la aprobación de su gigantesco plan de reactivación por 1.9 billones de dólares.
Las negociaciones “apenas están comenzando”, matizó Biden a periodistas el lunes, dándose “dos semanas” para tener una idea clara del apoyo a este vasto plan en el Congreso.
Los demócratas controlan la Cámara de Representantes. Pero su mayoría en la Cámara Alta es muy frágil: ocupan 50 de los escaños frente a los otros 50 de los republicanos. En caso de empate, es la vicepresidenta Kamala Harris quien tiene el voto decisivo.
Pero se necesitan 60 votos para someter a votación las principales reformas. Y dos tercios del Senado para condenar a Trump, un objetivo que parece difícil de lograr, incluso aunque su influyente líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, no descartó votar por la condena.