A 20 años del atentado del 11 de septiembre en Estados Unidos, los sobrevivientes aún recuerdan en carne propia el pánico que vivieron, aunque también cuentan cómo transcurrieron sus vidas a raíz del ataque, aunque también hay decenas de casos de cáncer registrados a raíz de lo sucedido.
Periodistas, trabajadores, testigos del hecho y quienes lograron escapar aún recuerdan el momento en que diversos aviones fueron secuestrados por cédulas terroristas para impactarse en diferentes locaciones.
El encuentro de dos sobrevivientes del 11 de septiembre
La fotógrafa Shannon Stapleton y Kayla Bergeron, cabeza de relaciones publicas para la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, vivieron el ataque del 11-S desde el mismo lugar, sólo que nunca se encontraron directamente hasta dos décadas después.
Stapleton logró fotografiar a Begeron, quien tuvo que bajar 68 pisos para poder resguardarse, mientras que la fotoperiodista de Reuters tuvo la suerte de que sus primeras fotografías fueran aceptadas por su editor, pues de lo contrario, habría quedado atrapada entre los escombros.
El trauma de los héroes inesperados del 11-S
Dos arboristas de Pensilvania, Mark Trautman y Ben Haupt, recibieron un llamado para acudir a la escena en la que se estrelló el vuelo 93, teniendo como tarea recoger la evidencia de la aeronave caída, y aunque esperaban hallar piezas, lo más impactante fue encontrar restos humanos.
“Encontré el pie de alguien, y fue simplemente sorprendente. Al principio sólo lo ves, piensas que podría ser cualquier cosa. Y luego, ves de nuevo y te das cuenta de que es un pie con tres dedos. Eso realmente me tocó”.
Mark Trautman
Enterrado vivo en el World Trade Center
Tom Canavan es uno de los sobrevivientes del colapso del 11-S en el World Trade Center (WTC). Al trabajar en el piso número 47 del edificio, cuando este cayó quedó enterrado vivo entre los escombros, aunque él mismo cuenta lo que hizo para escapar.
El superviviente describió su experiencia señalando que escuchó “un gran ‘boom’”, y detalló que “bajé las escaleras y estaba bien hasta que llegamos al sótano y todo se cayó. Estuve atrapado ahí con otro sujeto y gateamos. Seguí golpeándome en la cabeza y golpeando alrededor. Finalmente logramos salir de los escombros”.
Los sobrevivientes del Pentágono el 11 de septiembre
La coronel Marilyn Wills describe a la mañana del 11 de septiembre como un día más en las oficinas del Pentágono hasta que el vuelo 77 que cargaba 64 personas se estrelló en el lado oeste, causando la muerte de 29 de sus compañeros.
Wills salió disparada a lo largo de la habitación en la que se encontraba, en cuanto se reincorporó guió al resto de su equipo para salir entre el humo, sintiendo cómo se quemaban sus prendas y sin poder respirar.
La culpa del sobreviviente
Hans Gernot Schenk trabajaba en el World Trade Center en 2001, pero ese 11 de septiembre llegó 10 minutos tarde por una cena que lo hizo quedarse en una casa ajena. Hans corrió a la oficina con la preocupación de un regaño por parte de su jefe, sin saber que esa demora le salvó la vida.
“Hoy, cada año que pasa, la persona con la que estaba saliendo en ese momento me manda un mensaje y me saluda porque él entiende que es precisamente el hecho de que hayamos salido a cenar y hayamos estado juntos esa noche lo que hizo que yo no llegara más temprano a la oficina. Yo me siento afortunado, pero a veces me siento culpable, ¿por qué yo sí y por qué otros no?”.
Hans Gernot Schenk
El sobreviviente confesó que a veces se siente culpable por no estar presente en el lugar en el que sus colegas murieron.
20 años después del suceso, periodistas como Guillermo Fresser consideran que el mundo cambió a partir del 11-S, sobre todo la percepción del planeta con respecto a Estados Unidos, aunque sus sobrevivientes son los que aún resienten las pérdidas.