Tiempo atrás te dimos una oración para alejar la pereza y apatía de tu hogar, ahora te compartiremos la oración a la divina providencia para iniciar febrero con todo, y que los planes o metas que te has trazada te salgan de maravilla, gracias a un empujoncito de fe.
Oración a la divina providencia
Para comenzar cada día primero de mes debes resguardarte en un lugar tranquilo que te brinde paz, así podrás pronunciar tu oración a la divina providencia y así buscar atraer la positividad. A continuación, lo que debes pronunciar:
- ¡Oh Divina Providencia!
- ¡Concédeme tu clemencia y tu infinita bondad!
- Arrodillado a tus plantas, a tu caridad portento.
- Te pido para los míos: casa, vestido y sustento.
- Concédeles salud y llévalos por el buen camino
- y que sea siempre la virtud la que los guíe en su destino.
- Tú eres toda mi esperanza.
- Tú eres el consuelo mío,
- en ti creo, en ti espero y en ti confío.
- Tu, Divina Providencia se extienda en cada momento,
- para que nunca nos falte: casa, vestido y sustento,
- ni los santos Sacramentos en el último momento.
- Amén.
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Velas para orar
Para acompañar tu oración a la divina providencia puedes emplear algunas velas, de esta manera complementas tu agradecimiento a Dios. Ahora, con unas leas blancas las prendes y enseguida oras ante la imagen de la Santísima Trinidad, y en caso de hacer lo mismo, pero en un recinto religioso, vas a depositar 3 monedas en la alcancía especial que suele tener tres ranuras para esta ofrenda.
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Significado de “providencia”
Recuerda que esta palabra viene del Latín, su significado es “ver por”, esto muchas veces es relacionado con los padres de familia, quienes velan por sus hijos, ya que suelen pedir que no les falte salud, educación, comida.
Plegaria para que no haya escasez
- ¿Qué me sucederá hoy, Dios mío? Lo ignoro.
- Lo único que sé es que nada me sucederá que no lo hayas previsto, regulado y ordenado desde la eternidad.
- ¡Me basta esto, Dios mío, me basta esto!
- Adoro nuestros eternos e imperecederos designios;
- me someto a ellos con toda mi alma por amor.
- Lo quiero todo, lo acepto todo, quiero hacer de todo un sacrificio.
- Uno este sacrificio al de Jesús, mi Salvador, y te pido en su nombre,
- y por sus méritos infinitos la paciencia en mis penas
- y una perfecta resignación en todo lo que te plazca que me suceda. Amén.