La joyería de luto de la época victoriana se caracterizaba por el uso de mechones de cabello o piezas dentales de los difuntos.
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¿Cómo era la joyería de luto de la época victoriana?
La joyería de luto de la época victoriana se distinguía por ser fabricada con materiales oscuros como:
- Azabache
- Ónix
- Vidrio negro
- Esmalte negro
- Carey oscuro
- Madera fosilizada negra
También se usaban diamantes, perlas y esmalte blanco, pero en menor medida.
¿Por qué resulta tan aterradora la moda de esa época?
Los diseños de la joyería de luto de la época victoriana eran a menudo simbólicos, con motivos como calaveras, cruces, esqueletos, urnas o palmas.
- En esta moda aterradora era común que se incluyeran mechones de pelo o dientes de un ser querido que ya había fallecido.
¿Quiénes la utilizaban y por qué?
Era usada por hombres y mujeres de todas las clases sociales, pero era especialmente popular entre las viudas.
Era una forma de expresar el dolor por la pérdida de un ser querido, pero también podía ser una forma de mostrar respeto y admiración por el fallecido. Se consideraba una forma de mantener vivo el recuerdo del ser querido.
- La reina Victoria las usó durante toda su vida después de la muerte de su esposo, el príncipe Alberto.
Algunos de los diseños más comunes de este tipo de accesorios son:
- Broches de azabache con forma de lágrimas o corazones
- Anillos de oro con gemas negras
- Collares de perlas negras
- Pulseras de pelo trenzado
- Brazaletes con miniaturas del ser querido que ya había fallecido
Hoy en día es muy apreciada por los coleccionistas de antigüedades. También es popular entre las personas que buscan joyas únicas y con significado, aunque muchas personas la consideran sombría, extraña y macabra.
Diamantes de cremación
Hoy en día no es tan común encontrar brazaletes, anillos, o collares que tengan restos como dientes o cabello de los difuntos; sin embargo, una nueva tendencia ha cobrado fuerza: convertir las cenizas de los seres queridos en diamantes.
Estas piezas pueden hacerse a partir de cenizas porque están hechas de carbono puro, y un cuerpo contiene aproximadamente un 18%.
El proceso de creación implica que el carbono purificado se coloque en un horno que recrea las condiciones de alta presión y alta temperatura que se encuentran a miles de kilómetros bajo la superficie de la Tierra.
- En estas condiciones, el carbono se transforma en diamante.
El proceso puede tardar de 3 a 9 meses, dependiendo del tamaño deseado de la pieza. Suelen tener un tamaño de entre 1 y 2 milímetros.
- El costo oscilan entre los 30 mil y los 40 mil pesos mexicanos.
