En Unotv.com te contaremos sobre las lujosas marcas que se mencionan en la serie Emily in Paris.
La nueva temporada de la serie Emily in Paris está aquí, tras la alfombra rosa te mostramos algunos de los mejores vestuarios de los protagonistas durante el evento, desde la propia Lily Collins, hasta Lucien Laviscount, aparecieron con sus mejores atuendos.
Es común que en esta serie se presenten algunas marcas lujosas que son partes de la realidad y es que algunas de estas han buscado los servicios de su agencia de comunicación, desde la firma de moda AMI Paris, la joyería Boucheron y la marca de skincare Augustinus Bader.
En uno de los capítulos de la cuarta temporada se puede ver a la protagonista y a su equipo de trabajo desarrollando una campaña creativa para hablar del shampoo de Augustinus Bader, que forma parte de la línea de cuidado capilar de la firma.
Uno de los retos de Emily Cooper y su equipo fue el de comunicar algunos detalles de este producto, especialmente sobre la tecnología que distingue a la marca, además de los beneficios para limpiar, hidratar y darle vitalidad a la piel y tener un cabello sano.
Por su parte integración de Boucheron, la marca de joyería francesa fundada en 1858 entra a escena en un evento crucial, la cuenta de redes sociales de la marca aparece en la pantalla, una medida en la que de acuerdo con Fashion United, analistas predicen que podría aumentar significativamente el número de seguidores.
En el número 26 de la plaza Vendôme, Boucheron instaló su boutique en 1893 y el lugar contaba con un salón decorado con paneles rojos y dos vitrinas en las que había piezas que solo sus clientes “top” sabían que una de las vitrinas era una puerta giratoria a una sala privada para hacer encargos en intimidad y discreción.
Una de las innovaciones de la marca fue el collar ‘Interrogante’, diseñado en 1879 por Frédéric Boucheron, junto a su jefe del atelier, Paul Legrand, quiso encontrar un accesorio que fuera fácil de llevar y que no requiriera ayuda para ponérselo fácilmente.
De igual manera se integró la marca AMI Paris, la marca francesa ha experimentado un crecimiento interanual del 30% desde el 2020; la marca hizo la aparición en un Abierto de Francia ficticio, reflejando la incursión de AMI en el deporte, además de una reciente colaboración con Puma.
Esta marca es una de las favoritas de los fashion insiders; las prendas se inspuran en la calle y se convirtieron en un éxito de ventas en distintos puntos importantes del mundo. La premisa del diseñador es clara: crear para sus amigos.
Otra de las integraciones fue de la marca Baccarat, que se dedica a fabricar cristales de lujo; en el programa se presenta un perfume ficticio llamado “Heartbreak” que se puede comprar en el sitio web de Baccarat por 8 mil 400 pesos mexicanos.
Baccarat es una marca francesa de lujo, famosa por su cristal de alta calidad. Fundada en 1764 en el pequeño pueblo de Baccarat, por orden del rey Luis XV, la compañía comenzó como una manufactura de vidrio.
Con el tiempo, Baccarat se especializó en la producción de cristal y se convirtió en una de las principales casas de cristal del mundo. En sus primeros años, Baccarat producía principalmente vidrio para ventanas y espejos, pero en 1816, la fábrica empezó a experimentar con la creación de cristales finos.
Por si fuera poco, hay una escena en la que aparece Vestiaire Collective, una plataforma francesa de reventa de artículos de lujo que aunque es elevada en sus precios, se ha consolidado como una de las alternativas para conseguir lujo.
Parece que el futuro del marketing se encuentra en las serie y en Emily in Paris se puede ver esta creciente transferencia de los servicios tradicionales al mundo del entretenimiento, este modelo puede proporcionar nuevas alternativas para las generaciones como millennials o generación z, que, de acuerdo con Fashion United, representarán el 70% del mercado de lujo para el 2025.
Es por esto que se ve a la serie como un éxito al integrar las narrativas de las marcas en la trama, lo que abre un camino en la creación de contenidos y del marketing en la era digital.