La lavadora es uno de los electrodomésticos que consumen más luz en el hogar, pero su uso es indispensable, por lo que hoy te hablaremos sobre el uso de cáscaras de huevo en la lavadora y los beneficios que se dice, tienen al momento de utilizarlas para poder lavar tus prendas.
¿Cómo utilizar las cáscaras de huevo para lavar la ropa?
Algunas personas, para dejar limpias sus prendas, utilizan el truco de las cáscaras de huevo en la lavadora, pero no es echar por echar; hoy, en UnoTV.com te diremos qué hacer exactamente para que lo puedas realizar:
- Ingredientes: Un calcetín o bolsa de tela, cáscaras de huevo, bicarbonato de sodio y/o vinagre
- Preparación: Cuando te hagas tus huevos revueltos, estrellados o rancheros, las cáscaras no la tires, vela juntando, lávalas y deja que se sequen, luego las metes a tu bolsa de tela o calcetín y añade un par de cucharadas de bicarbonato o vinagre, al final lo pones junto con la demás ropa que vas a lavar en tu lavadora, e inicia tu ciclo
También te podría interesar: [¿Cómo lavar los tenis en la lavadora sin dañarlos?]
¿Las cáscaras de huevo ayudan a limpiar la ropa?
Para quitar manchas o suciedad de la ropa, se cuenta que una alternativa son las cáscaras de huevo debido a que poseen una gran cantidad de calcio, lo cual ayuda a esta limpieza; además, sus diminutos fragmentos afilados sirven como una especie de exfoliante natural.
Otro beneficio de las cáscaras de huevo en la lavadora es que ayudaría a deshacerte de malos olores en tus prendas. Esto se debe a su textura porosa y absorbe, lo que contribuye a neutralizar ese olor.
Te podría interesar: [¿Cómo limpiar tu lavadora y eliminar el moho y mal olor?]
¿La cáscara de huevo puede hacerme daño?
En sí, la cáscara de huevo no se recomienda comerse; estrictamente hablando como tal del huevo, se aconseja comprarlo en sitios seguros y que sea de buena calidad, pues de lo contrario pueden guardar ciertas bacterias que a la postre terminaría provocando una enfermedad llamada Salmonella, que produce diarrea, cólicos estomacales, fiebre, náuseas, vómitos, escalofríos y dolor de cabeza.