Irish Coffee: El cóctel ideal para calentarte en invierno
El Irish Coffee puede ser tu nuevo cóctel favorito ya que te ayudará a calentarte para las noches frías del invierno.
En esta nueva edición de “El Trago de la Semana” tenemos un cóctel que despertará tus sentidos gracias a su deliciosa combinación ideal para los amantes del café y que se ha vuelto cada vez más popular.
El café irlandés tiene una receta considerada sencilla, sin embargo se deben de cuidar de algunos detalles para disfrutar de la bebida.
El café irlandés, a diferencia de muchas comidas o bebidas en las que su nombre a veces no tiene que ver con su orígen, sí nació en Irlanda y sigue siendo popular en Europa, pero más en Estados Unidos.
El cóctel mencionado tiene una combinación equilibrada en la que se puede disfrutar del whisky con un toque dulce y preciso del café. El café irlandés suele ser aromático sin resultar empalagoso.
Historia del Irish Coffee
El acto de combinar café con bebidas alcohólicas destiladas era una práctica común antes de que se inventara este trago, mismo que nació y se extendió por muchas capas sociales, preparado con métodos tradicionales de café.
En Europa existió una moda de cafés enriquecidos, con un toque distinto, por lo mismo se extendieron los cafés al estilo vienés que eran lugares de tertulia donde se hacía vida social y las personas se calentaban de los fríos invernales.
En estos lugares se popularizaron algunas recetas que destacan por tener alcohol como el Pharisäer y el Fiaker, siendo que cada país tuvo su propia versión de café con “algo más”.
Origen del Irish Coffee
De acuerdo con el Museo de la Aviación de Foynes, el origen de este cóctel se dio concretamente en esa localidad en la década de 1940, un pueblo situado en el condado de Limerick, provincia de Munster.
Foynes era una ciudad que había sido un punto clave en el país tras la Primera Guerra Mundial, por lo que llegaron viajeros americanos de buena posición económica que entraban a Irlanda y Europa.
Las personas que entraron eran hombres de negocios y famosos de la época que les gustaba visitar, desde figuras de Hollywood como Douglas Fairbanks, Maureen O’Hara o Marilyn Monroe, y políticos como Roosevelt o John F. Kennedy.
Debido a que llegaban viajeros con recursos, los negocios comenzaron a surgir en la zona, es por eso que Brendan O’Regan abrió en 1943 una cafetería restaurante que comenzó a tener fama.
El mérito del lugar lo tenía su cocinero, el chef Joe Sheridan que tenía platos célebres para los viajeros y visitantes.
El trago nace cuando un capitán de avión había despegado a última hora rumbo a Estados Unidos, pero había tormenta y no era posible seguir con la navegación, por lo que los pasajeros se regresaron a Irlanda, estaban cansados y con frío y esperaron a que el clima mejorara.
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Empleados del restaurante alargaron su jornada y dieron asistencia a los viajeros, por lo que fue que Sheridan improvisó una bebida caliente que servía de consuelo, preparó el café y le puso whisky, esto vino bien a los pasajeros, quienes lo amaron, por lo que el encargado se dedicó a mejorar la receta.
El chef le puso nata semimontada a su creación, además de que su secreto no era en sí el café, sino un buen whisky irlandés, por lo que se bautizó como Irish coffee y se le dio un lugar destacado en la carta.
Receta del Irish Coffee
Ingredientes
- 1 taza de café recién hecho (caliente)
- 1 ½ oz (45 ml) de whisky irlandés
- 1 cucharadita de azúcar morena (puedes usar azúcar blanca si lo prefieres)
- Crema batida ligeramente montada
Elaboración
- Calienta la taza o vaso: Llena tu taza con agua caliente y déjala reposar un par de minutos. Luego vacíala para que la taza mantenga tu cóctel caliente por más tiempo.
- Mezcla el azúcar y el whisky: En la taza vacía, agrega el azúcar y el whisky irlandés. Revuelve hasta que el azúcar se disuelva por completo.
- Agregue el café: Llene la taza con café caliente, dejando un espacio en la parte superior para la crema. Mezcla bien.
- Agregue la crema batida: Vierta la crema batida sobre el dorso de una cuchara para que flote suavemente sobre el café.
- Sirve y disfruta: No mezcles la crema con el café, ya que la idea es beber el café caliente a través de la crema fría.
