Día mundial del algodón de azúcar: ¿Cómo hacer algodón de azúcar en casa?
El algodón de azúcar es uno de los alimentos más tradicionales que puedes ver en calles de nuestro país, por lo que hoy te contaremos cómo hacer algodón de azúcar en casa, para que lo disfrutes en una fiesta o reunión, pues es tan rico y popular, que hasta tiene un día para celebrarlo en el mundo.
[TAMBIÉN TE PODRÍA INTERESAR: ¡Un dentista lo inventó! Conoce la historia del algodón de azúcar]
¿Cuándo es el Día Mundial del algodón de azúcar?
El Día Mundial del algodón de azúcar se celebra el 7 de diciembre de cada año. Esta fecha reconoce este dulce icónico que ha sido parte de ferias, carnavales y celebraciones durante más de un siglo.
La elección del 7 de diciembre tiene más que ver con un acuerdo popular que con un evento histórico concreto, pero sirve como una oportunidad para disfrutar y recordar la historia de este esponjoso y azucarado postre.
¿Algodón de azúcar, creación de un dentistas?
Se estima que la producción industrial del algodón de azúcar, como hoy lo conocemos, comenzó con William Morrison (un dentista) quien recurrió a la ayuda del constructor John C. Wharton para diseñar una máquina que hiciera esta golosina.
De esta manera, ambos crearon en 1897 la primera máquina, misma que fue presentada en la Exposición Universal de París, en el año de 1900.
¿Cómo hacer algodón de azúcar en casa?
Una forma sobre cómo hacer algodón de azúcar en casa, sin la necesidad de la famosa máquina con la que se hace en la calle, aquí te la compartimos:
Materiales
- 2 tazas de azúcar granulada
- Media taza de jarabe de maíz
- Media taza de agua
- Una pizca de sal
- Colorante alimenticio (opcional)
- Palillos o palos de madera
- Batidor de globo metálico
- Bandeja grande o papel encerado
Preparación del caramelo
- En una cacerola, mezcla azúcar, jarabe de maíz, agua y sal
- Calienta a fuego medio-alto, revolviendo hasta que el azúcar se disuelva
- Deja de revolver y hierve la mezcla hasta alcanzar los 150°C (usa un termómetro de cocina)
- Colorea (opcional): añade colorante alimenticio y mezcla rápidamente
- Forma los hilos dejando enfriar la mezcla unos segundos para que se espese ligeramente; usa un batidor de globo metálico al que hayas cortado los extremos para crear un “cepillo”; sumerge el batidor en el caramelo caliente, luego agítalo rápidamente sobre la bandeja o papel encerado para crear hilos finos
Recolecta el algodón
- Junta los hilos de azúcar con los palillos o palos para formar el algodón de azúcar
- Luego de esta manera sobre cómo hacer algodón de azúcar en casa, ya puedes servir y disfrutar todo lo que quieras.
[TE PODRÍA INTERESAR: Encuentran rara langosta “algodón de azúcar”, se encuentra una en 100 millones]
¿Es malo para los dientes comer algodón de azúcar?
Sí, comer algodón de azúcar puede ser perjudicial para los dientes si no se toman medidas de higiene adecuadas. Aquí las razones de por qué pudiera ser malo este alimento para tu dentadura:
- Alto contenido de azúcar: el algodón de azúcar está hecho de azúcar puro, que alimenta a las bacterias en la boca, estas bacterias producen ácidos que pueden desgastar el esmalte dental y causar caries.
- Consistencia pegajosa: aunque el algodón de azúcar se disuelve rápidamente, el azúcar residual puede quedarse en los dientes y encías, aumentando el riesgo de daño
- Frecuencia de consumo: consumirlo ocasionalmente no es grave, pero hacerlo con frecuencia puede aumentar los problemas dentales
¿Cómo minimizar el impacto en los dientes por comer algodón de azúcar?
- Cepilla los dientes después de comer: lava tus dientes con pasta dental con flúor aproximadamente 30 minutos después de consumir algodón de azúcar. Espera ese tiempo para evitar dañar el esmalte si la boca aún está ácida
- Enjuaga con agua: si no puedes cepillarte inmediatamente, enjuaga tu boca con agua para eliminar los restos de azúcar
- Toma agua mientras comes: beber agua ayuda a arrastrar el azúcar y mantener la boca menos propensa al desarrollo de bacterias
Además del algodón de azúcar, por regla general acude con el dentista regularmente, lo que puede ser mínimo una o dos veces al año, con el fin de detectar y tratar cualquier problema dental a tiempo.
