Animales domésticos como perros y gatos, se han convertido en una amenaza constante, para la fauna silvestre y los ecosistemas de cenotes cercanos a zonas habitacionales en Mérida, Yucatán.
Las agrupaciones Kalanbio A.C. y Cenoteando-UNAM, han monitoreado e investigado al menos 80 cenotes en Yucatán, apoyados por voluntarios y colectivos encontrando además de contaminación por heces fecales, depredación importante de especies nativas por perros y gatos que han sido abandonados en los alrededores.
Así lo explica Isaac Chacón, integrantes de la agrupación Kalambio A.C.
“Principalmente, tiene que ver con depredación, pero también hay destrucción de hábitat, esto dependerá de la especie; si son gatos, si son perros, suelen depredar o comer especies que encuentran alrededor del cenote y si son ganado, pues normalmente están pastoreando y afectando el hábitat alrededor del cenote”.
Los especialistas en biodiversidad también detectaron que dentro de los ojos de agua se libera a especies como la carpa asiática, que resulta nociva para la reproducción de especies nativas como la tortuga de orejas rojas o la llamada “dama blanca”.
Ante esto, trabajan con las comunidades, para crear conciencia en la importancia de la responsabilidad con sus mascotas y sobre todo la esterilización.
“Principalmente a la tenencia irresponsable en este caso de los dueños de dejar a los gatos y perros sin supervisión, no hay correa cuando salen y al abandono también, asociado que no los esterilizan a tiempo”.
Pamela Tapia, agrupación Kalambio A.C.
Los ambientalistas aseguran que una de las acciones para proteger estos ecosistemas es que se instalen cercas a una distancia de entre 100 y 150 metros del cenote, que permita mitigar el problema de contaminación por estas especies en Yucatán.