En Yucatán, granjas porcícolas amenazan los cenotes mayas, según señalaron activistas; sin embargo, empresarios lo niegan, pero ¿en realidad están en peligro?
¿Qué dicen activistas sobre granjas porcícolas y cenotes?
“Los van a destruir”, advierte Doroteo Hau, un indígena que lucha contra la proliferación de granjas porcícolas acusadas de contaminar los cenotes, manantiales deslumbrantes y vitales para las comunidades mayas de la península mexicana de Yucatán.
Su batalla incluye desde demandas hasta una reciente consulta en la que los pobladores rechazaron mayoritariamente los criaderos de cerdos, cuyos desechos, aseguran, están yendo a parar a los cenotes, uno de los principales atractivos de la famosa Riviera Maya, en el sureste de México.
Formados en cavernas subterráneas, estos pozos de color aguamarina se cuentan por miles en la frondosa selva maya y están conectados con el manto acuífero de Yucatán, que en algunos casos abastece a sus habitantes a través de aljibes.
A unos pasos de la escalera de madera que desciende hasta el silencioso estanque, en el municipio de Homún, Doroteo muestra el daño a este lugar “sagrado” para satisfacer, según él, la demanda de carne de China.
“Dañan una área donde tenemos nuestro regalo de Dios, que es como un colador, toda el agua de alrededor baja adentro de los cenotes. ¡Nos van a destruir, lo estamos cuidando como debe ser!”
Doroteo Hau, activista en Yucatán
Este guía turístico de 62 años formó, junto con vecinos, la organización Kanan ts’ono’ot (Guardianes de los Cenotes).
En mayo pasado lograron que la Suprema Corte de Justicia ratificara la suspensión de una granja de más de 45 mil cerdos en Homún, pero el caso está en apelación.
¿Qué dicen empresarios sobre granjas porcícolas y cenotes?
Los empresarios aseguran que cumplen los estándares de calidad. “No contaminamos nada“, declaró Alberto Alfonso, director de producción del Grupo Porcícola Mexicano Kekén, el más grande de Yucatán, durante un recorrido por una granja en Chapab.
- Para probarlo, muestra un biodigestor y lagunas de oxidación y ozonificación usadas en el tratamiento de aguas residuales.
Los empresarios y productores niegan que el daño a los cenotes sea por su actividad.
Activistas niegan estándares de calidad
Pero Viridiana Lázaro, autora del estudio de Greenpeace, sostiene que muestras tomadas de los cenotes y pozos cercanos a los criaderos presentan “contaminantes“.
“También los hallaron expertos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Una parte es atribuible a las granjas porque [las muestras] tienen coliformes fecales, restos de antibióticos que no provienen de la agricultura ni de desechos urbanos”.
Xavier Moya, representante Greenpeace en Yucatán.
Habitantes de Homún, Sitilpech, Kinchil y Chapab denuncian que haciendas en zonas de difícil acceso vierten los desechos en la selva, sin tratamiento, hecho que lo que los productores y empresarios niegan.