En el equipo Dragones, los pequeños saben que son sus diferencias su más grande fortaleza. Tony, de 13 años, un niño que usa prótesis para jugar al balompié, se siente como cualquier otro pequeño en un campo de futbol aunque haya nacido sin pies; este equipo es el primero en su tipo en Yucatán: “inclusivo”.
“Desde un principio yo quería jugar, pero no se me dio la ocasión porque yo usaba unas prótesis. Llegué acá y me sentí en casa, me aceptaron tal cual”.
Antonio Vázquez, jugador
El equipo Dragones nació hace dos años; son pequeños de entre 10 y 14 años de edad, para quienes las barreras no existen.
“Tenemos niños con síndrome de Down, niños con hiperactividad, niños con alguna discapacidad motriz tanto en la parte inferior como en la parte de las manos”.
Sergio Quintal, entrenador
Jorge tiene distrofia muscular en las piernas, pero eso no impide que defienda la portería como los grandes.
“Bien porque hay niños como yo, para que sea más justo”.
Jorge Palma, jugador
Las familias son parte importante de que ellos salgan con orgullo a la “batalla campal” a jugar por su equipo Dragones.
“Es un grupo muy unido, en el cual los niños se desenvuelven, estoy muy contenta, muy sorprendida”.
Andrea Torres, madre de familia
Se trata de ser niños, se trata de jugar, se trata de soñar y de que nada los limite.