En Yucatán, científicos clonan con éxito el henequén, en otros tiempos llamado “oro verde”, por la prosperidad que trajo.
¿Cómo fue que se creó el henequén en Yucatán?
Científicos yucatecos buscan repoblar el estado del “oro verde”, con ‘superplantas’ de henequén producido en laboratorio, que mejoran la calidad, permiten hojas más grandes y resistentes y disminuyen el tiempo de cosecha.
Con el boom del regreso de las fibras naturales en el mercado global, el programa de siembra masiva, con la micropropagación de las plantas clonadas de henequén de élite, permitiría a Yucatán volver a producir el oro verde en grandes cantidades y exportar la fibra.
“Para empezar por su mismo método de obtención están libres de plagas y enfermedades, esto es muy valioso para el producto, además estas plantas tienen un mayor vigor por el tipo de proceso al cual son sometidas, entonces están simuladas, por lo tanto, van a crecer más y más rápido. Nosotros estamos conceptualizando o hemos determinado que las plantas que producimos pueden alcanzar la producción a partir de los tres años y medio o cuatro años, es decir, se acorta el ciclo para ingresar a la producción industrial.”.
Javier García, director de gestión de tecnología del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán
La importancia del henequén en Yucatán y la vida
El cultivo con valor de 75 millones de dólares se sembraba en tres continentes; su cosecha es empleada para hacer plásticos, textiles y papel.
“Yo creo que todos hemos visto que más allá de los usos convencionales de la fibra, cada vez vamos migrando a poder encontrarle más aplicaciones. Ver calzado que está hecho a partir de la fibra de henequén, tapetes, artículos de decoración. Tenemos que sumar todos en un esquema de innovación basada en la tecnología y buscar nuevas alternativas y que se traduzcan en prosperidad para toda la comunidad.”
Javier García, director de gestión de tecnología del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán
La planta está pasando por un renacimiento en Tanzania, el segundo productor más grande del cultivo detrás de Brasil y Yucatán.
“La biofábrica tiene la capacidad de entregar anual un poco más de medio millón de plantas, esto no es una limitante, se puede generar el doble o el triple siempre y cuando se aumenten los turnos.”
Itzamná Salas, encargado de biofábrica del CICY.
Yucatán posee una amplia cultura agrícola y experiencia en la producción del henequén. Expertos consideran que podría reposicionarse si la economía mundial de las fibras duras se fortalece.
