Pedro Infante fue un gran ídolo de México y su memoria siguen en muchos lugares, tal es el caso de un hotel que esconde los mejores recuerdos y momentos del artista. Se trata de la casa de descanso que el actor y cantante adquirió en los años 50, en el estado de Yucatán.
- El hotel se ubica en la Avenida Itzáez en Mérida, cuenta con habitaciones sencillas, cuartos dobles y la Junior Suite, donde los precios van desde 750 pesos la noche.
El lugar permite conocer de cerca alguno de los objetos personales del actor que aún se conservan, como un sombrero, muebles, una caja fuerte y hasta una cabina telefónica que, aseguran, llevan a muchos a sentir incluso la presencia del ídolo.
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“El estar trabajando en este lugar se siente uno completamente privilegiado, primeramente, por los empresarios y segundo porque en realidad esta casa despide algo que sientes que todavía vive esta persona vive, que nuestro ídolo está presente en este edificio todavía.”
Carlos Durán, administrador del Hotel Boulevard Infante
La casa se vendió hace dos décadas, los nuevos dueños decidieron remodelarla y convertirla en el Hotel Boulevard Infante, que aún conserva gran parte de su arquitectura original, como la piscina, la cochera y un área de reuniones.
- Originalmente, el inmueble solamente tenía unas cuantas habitaciones, pero eso sí, conserva la alberca original que el mismo Pedro Infante mandó construir a su gusto.
En el mismo sitio, hay una galería dedicada a Pedro Infante.
“Si es un orgullo realmente estar con él y saber que lo tratamos con muchísimo cariño y que lo mantenemos totalmente vigente, que lo sacamos a pasear a un montón de lugares y que nunca dejamos que solamente sea cada año que vengan a cantar sus canciones los señores ya grandes sus canciones, sino también los jóvenes las cantan y ahorita nos hemos empeñado mucho en que también pintores, grafiteros, artistas urbanos y todos involucran de alguna manera a Pedro Infante.”
Bekina Fernández, encargada de la galería
A pesar de las remodelaciones, siguen intactos la zona de la piscina, salón de reuniones, bar y cochera, además de una galería en la que se encuentran algunos objetos que pertenecieron a Pedro Infante.
Esta experiencia permite recordar al ídolo de Guamúchil, quien el próximo 15 de abril cumplirá un año más de haber dejado el plano terrenal.