Algo tímido, Kukulcán descendió esta tarde en el Castillo de Chichén Itzá, marcando el inicio del equinoccio de otoño.
Como cada año, con la llegada de los equinoccios de otoño y primavera, la explanada frente a la gran pirámide de Kukulkán, en la ciudad maya de Chichén Itzá, se llena de gente que acude a contemplar el descenso de la serpiente emplumada.
“Conocer todas las maravillas que hay aquí, las maravillas del mundo, precisamente queremos ver el equinoccio, cuando la Serpiente Emplumada baja“.
Antony López, turista
Cada equinoccio en Chichén Itzá se puede contemplar el fenómeno en las escalinatas de la pirámide que asemeja la sombra en movimiento de Kukulkán, la deidad del viento y del agua en la mitología maya.
El Castillo de Chichén Itzá, es considerado desde 2007 como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.
En el templo de Kukulcán se observan 91 peldaños que multiplicados por cuatro dan 364, pero si se agrega la plataforma sobre la que descansa el conjunto, da el resultado de 365, la duración del año civil maya.
“De alguna manera la pirámide es testimonio de que los mayas conocían el movimiento del sol, se basaban para fijar sus calendarios“.
Eddie Salazar, astrónomo físico
En diversas zonas arqueológicas de Yucatán, se pueden observar fenómenos arqueo astronómicos que los mayas dejaron como una muestra de su manejo sobre la astronomía, matemáticas y geometría que aplicaron a cada construcción.
¿Cuándo y cómo se construyó Chichén Itzá?
Chichén Itzá – hoy zona arqueológica – era un centro ceremonial maya que se construyó en el llamado periodo clásico, entre los siglos V y X, sin embargo, sus edificaciones más importantes e imponentes se construyeron después del siglo X, cuando los toltecas la ocuparon.