Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) presentaron los trabajos de más de ocho meses de excavación e intervención de dos palacios estilo Puuc y una plaza ceremonial en el asentamiento maya prehispánico de Xiol, a unos 10 kilómetros de Mérida, Yucatán.
Por primera vez, el norte de Yucatán registra el hallazgo de un edificio con características propias del Puuc, correspondientes al periodo Clásico Tardío, entre 600-900 d.C., y en donde hace poco más de dos años se hicieron hallazgos de vestigios importantes cuando se encontraron 38 entierros con sus respectivas ofrendas.
“Las construcciones que nosotros estamos viendo, debido a que precisamente tienen una temporalidad similar a sitios que son conocidos ampliamente, como Chichén y Uxmal, por las características arquitectónicas que presentan, que comparten muchos elementos decorativos”.
Carlos Peraza, arqueólogo del INAH Yucatán
El INAH Yucatán realizó la presentación de las intervenciones realizadas en el sitio Xiol, que significa “espíritu de hombre”, en maya, y que se ubica a dos kilómetros de Kanasín, municipio conurbado a Mérida.
Se intervinieron siete edificios: dos palacios estilo Puuc y cinco más en lo que sería la plaza ceremonial del sitio.
“Encontramos gran cantidad de materiales, desde cerámica proveniente de otras partes de la Península, de otras regiones, tenemos obsidiana que viene de región de Guatemala, tenemos roca volcánica que viene también de otra zona, concha que viene de la costa, muy variado”.
Wilberth Cruz, arqueólogo del INAH Yucatán
Los edificios encontrados en el sitio, que tiene una extensión de aproximadamente 19 hectáreas, tienen una orientación hacia el oriente, donde se ubicaba la ciudad maya de Toh, lo que hoy es Mérida.
Además, como en otras ciudadelas mayas, el asentamiento se dio cerca de un cenote, en donde la comunidad se abastecía de agua.
“Además de este tipo de construcciones tipo palacios, también hemos encontrado otras construcciones que son basamentos, pequeños adoratorios, pequeños altares”.
Carlos Peraza, arqueólogo del INAH Yucatán