Son conocidas como las Guerreras Fénix… En Umán, Yucatán, un grupo de mujeres mototaxistas, además de contribuir a la economía familiar, también aportan su granito de arena en el cuidado al planeta.
Las mujeres convirtieron los motores de sus vehículos de gasolina a eléctricos.
“Por medio de un estudio que hicimos nosotros a una moto que nos trajeron, nos ven a nivel nacional. En la ONU nos contactan y nos platican y nos dicen los proyectos que ellos llevan por el medio ambiente y nosotros decidimos implementar esta idea que teníamos de años y que no se había podido, que es la conversión de una unidad de gasolina a eléctrica”, cuenta Verónica Ocaña, secretaria general de Guerreras Fénix.
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La Universidad Modelo les proporcionó un prototipo de un motor eléctrico, lo que llamó la atención de la ONU y eso les permitió acceder al Fondo para el Medio Ambiente Mundial, implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
“La idea es que a futuro esto ya abarque todo lo que es la asociación y si se puede expandir a más lugares, mejor todavía. Estamos en una época en la que ya es muy necesario el poder ayudar al planeta, con el cambio climático que estamos viviendo simplemente el calor que estamos teniendo ahorita y bueno, por medio de esta conversión ayuda a bajar muchísimo todo lo que es la contaminación“, señala Penélope Veloz, socia en Guerreras Fénix.
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Mujeres guerreras, además de aportar al mundo un cambio de conciencia, también han roto estereotipos, pues como moto taxistas son las primeras mujeres que se agruparon para reclamar un espacio laboral, que hasta no hace mucho solo ocupaban varones.
La meta es lograr los recursos para que, a mediano plazo, todas las unidades sean 100% eléctricas, una transición que les permite trabajar hasta 12 horas continuas con una sola unidad.
