En el estado de Yucatán, la gente ha comenzado a vender terrenos con cenotes incluidos por un valor de hasta 15 millones de pesos. Dicha acción la llegan a hacer, incluso, en tiendas en línea.
¿Por qué venden cenotes en Yucatán?
La falta de recursos para poder mantenerlos ha provocado que decenas de pobladores asentados en estas comunidades mayas, en Yucatán, comiencen a ofertar sus terrenos con cenotes.
Don Filiberto optó por vender al menos dos de sus terrenos con cenotes. Asegura que la entrada de 50 pesos, que se le cobra al turismo, no paga el trabajo para mantenerlo en buen estado:
“Si piensan hacer escaleras, o poner madera, o mampostería, pues son esos gastos que hay, para construir, para trabajar, un cenote así necesita mucha limpieza, mucho trabajo”.
Filiberto Canché, ejidatario de Cuzamá
A nivel estatal, no hay ninguna restricción para este tipo de operaciones de compra-venta, sobre todo cuando los terrenos son privados, pero sí existen normativas a seguir para los propietarios:
“En materia ambiental, la venta de un terreno que tenga un cenote no es que sea ilegal, simplemente que cualquiera que tenga un cenote en su predio está obligado a observar toda la legislación ambiental aplicable, y ahí, pues sí existe la Ley de Protección al Medio Ambiente; hay un reglamento de cuevas, cavernas y cenotes que establece qué cosas sí son permitidas y qué criterios habría que cumplir para poder hacer una construcción cercana a un cenote”.
Sayda Rodríguez, Desarrollo Sustentable
Expertos consideran que existen al menos 8 mil cenotes en toda la península de Yucatán. Esta reserva hidrogeológica abarca comunidades como Cuzamá y Homún, donde a lo largo de los poblados se observan letreros de venta. Hay quienes ven peligro en estas compras.
Los inversionistas han instalado restaurantes, bares y hoteles con cenote privado incluido; sin embargo, el ruido, la basura, el daño al medio ambiente y la pérdida de vestigios arqueológicos son las principales preocupaciones de los guardianes de estos sitios, considerados por los mayas como sagrados.