En Yucatán, joven realiza acrobacias en silla de ruedas a pesar de haber nacido con espina bífida. Para él no hay imposibles.
Conmovedora historia
José Alberto nació con espina bífida, parálisis cerebral espástica, escoliosis y malformaciones en rodillas, caderas, brazos y pies.
Pero su condición física no ha sido una barrera para practicar diversos deportes como natación, boxeo, halterofilia, atletismo y más recientemente uno de sus más grandes sueños: convertirse en ‘skater’.
“Cuando hago deporte, sea la disciplina que sea, me olvido de la discapacidad; me transformo en una persona más”.
José Alberto Iñescas, skater
José es uno de los pocos skaters en silla de ruedas que existen en México; al igual que otros skaters con discapacidad, intentan hacer con su silla y sus muletas lo que otros hacen con sus monopatines: saltos espectaculares y toda clase de trucos. A sus 27 años, el “no” no existe en su vocabulario. Su tenacidad lo ha llevado a experimentar diversas disciplinas.
“Pues el skate nació desde que yo era pequeño siempre quise una patineta; implicaba mucho riesgo; actualmente ya tengo una condición favorable, ya he mejorado en muchas circunstancias físicas que me permiten tener una mejor funcionalidad en las piernas y con la ayuda de lo que son los bastones me decidí, ahora sí que viendo videos me decido a intentar cosas nuevas”.
José Alberto Iñescas, skater
Aunque compite en carreras de 5 y 10 kilómetros; el próximo reto para José Alberto es complementar su primer triatlón.
“Es terco, la verdad, pero eso lo ha llevado a mejorar mucho su condición física porque antes tenía más problemas, caminaba con más dificultad”.
Dulce María Iñezcas, tía de Jorge Alberto